"Superviviente"

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No sé como pudo aguantar tanto tiempo así, viviendo de su cuerpo a través de una pantalla, bueno , a veces también hubo contacto físico.

Os preguntaréis que por qué la (M)... es difícil de explicar, bueno, igual que la vida de Mara.

Aunque al principio todo fuera digital llegó un momento en el que Mara se hizo conocidísima en la aplicación, la gente ya no la miraba igual que antes, ya no pasaba desapercibida. Era la fantasía de muchísimas personas, su gran mayoría hombres adultos que deseaban tener a una joven como ella por un mínimo de tiempo delante.

Tenía una amiga, Lola, la recuerdo muy bien, desde que pasó todo hemos perdido el contacto, era bastante mayor que ella, y mas espabilada; rubia, ojos marrones y sonrisa amarillenta, la vida no la trató bien. Lola veía la repercusión de Mara, sexualmente hablando, se podría decir que "lo había petado", con tan solo 17 años y ser el mito erótico de casi 1 millón de followers que tenía. No dudó en decirle que tenía que dar un paso más, al principio ella se negaba, no permitiría vender su cuerpo de esa forma, una foto era algo muy diferente, no quería que ningún baboso la tocase. Lola la hizo darse cuenta que de esa forma podría triplicar el dinero que ganaba en la app, finalmente aceptó, aunque con un poco de resentimiento, no le terminaba de convencer la idea. 

No dejó la aplicación, pero dejó su contacto en algunas redes de ...ya sabéis, es que no me gusta decir que el amor de mi vida fue...prostituta

Cuando empezaron a contactar tíos con ella seleccionaba muy bien a sus clientes, nunca dijo su edad, ponía las clausulas y se encargaba de que no fuera muy mayor. Bueno, a lo que íbamos a llegar, (M). Mara nunca daba su nombre, de hecho, muy pocos la conocíamos así. Así que cuando algún cliente le preguntaba su nombre ella solo decía "Tu llámame "M", total mi nombre aquí es lo que menos importa ahora" Había algunos que se lo tomaban desafiantes, y a otros que les ponía más aún, ella era así , explosiva. impulsiva.
Nunca llevó bien eso de que le dijeran que hacer, de hecho si quería hacer algo y le animaban perdía todo el interés. Así era, con tan solo 17 años y una personalidad enorme.

Su primer cliente 43 años. Carlos, Barrio de Salamanca, casado y con dos hijos. Ingeniero Aeronáutico en una de las mejores empresas de todo Madrid. No estaba mal para la edad que tenía, piel morena , pelo canoso y ojos verdes , era el tipo madurito sexy.
M me dijo que le repugnaba , quizás por ser el primero... No imagináis como fue.
A pesar de que ella siempre dejaba claro el tiempo y lo que iba a pasar no todo el mundo la tomaba en serio.
El pagaba, un hotel en Sol, ella lo esperaba en la habitación. Llegó media hora tarde, dice que olía bien , pero aún así le dieron arcadas.
17 años, a punto de cumplir 18. Su segunda experiencia con drogas, esta vez , no fueron ni maría ni hachís, cocaína.
Recuerdo que me contaba que nada más llegar la agarró de la cintura y la besó, ella lo dejó. Pidió a la camarera de habitaciones una bandeja de plata, empezó a hacer rayas, se metió una, dejo tres , ella no hizo nada.
Primero le pidió el dinero, 150 euros 1 hora, un poco cara , pero ...era M. Le dio los 150 a toca teja, en la mano .
Después... pasó lo que todos os imagináis.
Acabaron, o bueno, el acabó. Simplemente empezó a vestirse cuando a ese señor, si se le podia llamar así empezó a convulsionar . Mara lo tuvo claro, la Coca. No era la primera vez que veía a alguien así, pero ahora no sabía cómo reaccionar. Marcó el 112 y se marchó.
No me preguntéis por qué , iba airosa, se sentía bien 150 euros en bruto...
Tenía claro que iba a seguir...
Lo de la Coca...es otro tema.

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2020 ⏰

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