Enmedio de la lluvia

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Ambos corrían entre relámpagos y agua a toda prisa, salpicando sin querer todo a su alrededor.

Ninguno traía paraguas y se refugiaron en el techo de un local cerrado. La ciudad ya estaba atenuada por las nubes negras arriba de su cabeza.

—Maldita sea.— Gruñó con molestia el de cabello atado en una coleta.— Te dije esta mañana que trajeras un estúpido paraguas! Yo tenía que poner mi computadora adentro de la mía para poder dar mi parte de un trabajo en clase!—

—No es mi culpa! Estaba preparando el almuerzo!.— Trató de excusarse el menor de cabello rojizo.

La ropa de ambos estaba húmeda, pero al menos no estaban empapados. Dee se llevó ambas manos al cabello pero se resignó rápidamente, volvió a peinar los mechones que se alcanzaron a mover y suspiró con fuerza.

—Yo preparaba el almuerzo, tú estabas jugando con tu puto videojuego.— Agregó ya con una vena imaginaria saltando de su frente. Sacó su celular e intentó comunicarse con sus padres pero fue en vano, su celular no tenía señal.— Ahora tendremos que esperar a que papá note nuestra ausencia y venga por nosotros—. Salió el segundo suspiro y masajeó su sien con estrés visible, tenía planeado llegar a casa y hacer tarea en menos de dos horas y así poder salir con unos amigos.

Sin notarlo, su hermano menor tiritaba de frío, no llevaba ningún suéter que lo cubriera, solo su delgada playera negra de alguna banda que no logró reconocer por los brazos del menor que la cubría, y obviamente estaba más húmeda que la cabellera del pelirrojo.

—T-tengo f-frío, Dee...—

—Eso te pasa por no traer algo para cubrirte, pero no, querías que todos vieran tu nueva camiseta de Metálica.— Ah, había recordado el nombre justo al terminar la frase.

Ayer Heavy la encontró en la basura, casi nueva, por eso estaba entusiasmado de ponérsela.

—Al m-menos no me gusta My Ch-chemical Romance.—

El pelirrojo sintió un golpe en el hombro y soltó una dolida carcajada.

—Idiota.— soltó el rubio

—Marica.— le siguió el menor.

Quedaron en un incómodo silencio, escuchando el agua caer a cántaros y los autos que pasaban a toda velocidad para llegar a sus respectivas casas o empleos. 

Dee miró de reojo a su hermano, temblando y tratando de generar calor frotando sus manos. Seguramente se enfermaría si no se cubre pronto... Soltó un quejido resignado y hurgó en su propia mochila, extendió un suéter de color azul marino a Heavy.

—Para que no se te congele el culo.—

El contrario lo vio con extrañeza y un poco de curiosidad, pero después de cinco segundos tomó la prenda y se la puso, abrazándose a sí mismo y poco a poco volviendo a su temperatura normal, aunque incómodo por lo mojada que estaba su playera inferior. No importaba, estaría bien mientras no se moje más.

—Gracias...— Ya había dejado de temblar.

—No es nada.— Miró hacia otro lado avergonzado, no estando seguro de prestar su ropa favorita. —Si me la devuelves con una sola mancha, pondré mi música cinco días.—

—Hecho.— Se acurrucó en el suéter, gustoso de la calidez que la tela emanaba.

💧💧💧

La lluvia no paraba, ambos estaban casi abrazados por el viento frío que azotaba.

—Si alguien nos ve así, quiero que me trague la tierra.— Susurró con vergüenza el menor.

—Cállate y será más fácil convivir.—

—¿Crees que papá y mamá si vengan? Ya pasaron veinte minutos.—

—Tienen que hacerlo o los demandamos por incompetentes.—

El pelirrojo hundió su cara en el pecho del rubio después de que un destello iluminó la calle

—¿Qué demonios haces?.—

Uno

Dos

Tres

Un relámpago fue disparado a la tierra, provocando un horrible estruendo. Dee pudo sentir que su hermano temblaba otra vez.

—¿Sigues teniendo frío?.—

—N-no...—

Otro relámpago impactó con aún más fuerza, ahora solo pasaron dos segundos. Heavy se aferró a la ropa contraria con ambas manos, con mayor desesperación.

Dee en ese momento entendió, Heavy tenía miedo a los rayos.

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Historia en remodelación. Perdón por los inconvenientes. <3