Parte 1

18 3 0
                                    

Fue un 23 de Julio de 2017, ya casi diez años, que te vi por primera vez. Recuerdo que fui con mi amiga a caminar y de alguna manera nos alejamos tanto del barrio que terminamos caminando por la playa. Se cumplía un año más de la creación de nuestra banda favorita y Sandra había elegido celebrarlo en la playa con un par de Smirnofs y unos cigarros, ya casi éramos legales y cargaba con el DNI falso que me regalo mi primo en año nuevo, solo para emergencias dijo. Bueno pues, esta fue la mejor emergencia que pude tener. Ya casi llegábamos a nuestro destino cuando vi pasar un auto descapotado que fue difícil no ver porque vamos, no todos los días ves un sapito descapotable rojo sin techo, con la música de tu banda favorita a todo volumen y risas que se podían escuchar hasta China. Tu hermana iba de copiloto y te pidió que pararas el auto para que ella pueda hablarnos. "¿Quieren un aventón?", dijo. Sandra no quería, por alguna razón yo sí, sentía que conocía al copiloto de algún lado. Tú no te dignabas en voltear a vernos. Lottie, tu hermana que llevaba el pelo rubio con un corte a lo Willy Wonka en ese tiempo y un polo de los Rolling Stone a punto de caer en pedazos, se veía tan feliz y no pude evitar negarme a subir al coche. Sandy seguía negándose a subir, pero como no quería regresar sola subió a regañadientes, siempre agradeceré a su cobardía, "Si morimos tu madre nos matará" susurró en mi oído una vez estuvo a mi lado.

- ¿A dónde vamos?

- A una fiesta.

Fue la primera vez que escuché tu suave y aguda voz, y la primera vez que vi tu rostro porque te dignaste a voltear a verme para responderme. Ojos azules. Nariz de botón. Cabello castaño y corto con un flequillo que te hacía ver muy tierna. Eras una persona muy hermosa. Me cautivaste desde el primer momento. Pero después volteaste privándome de la fortuna de apreciarte más. Recuerdo no entender la necesidad de verte más. Ni siquiera te conocía, eras una persona extraña y podías matarme o hacernos algo malo. Solo recuerdo querer subirme al auto. Después arrancaste el auto y seguiste manejando con la brisa del mar desordenando el pelo de los cuatro y un silencio interminable. Hasta que Sandra habló.

- ¿Cómo se llaman?

- Somos Lottie y Cosa.

- ¿Por qué cosa? -. dije.

- Porque siempre tiene un humor de perros y ni sentimientos tiene-. Dijo ella

- ¿Cuántos años tienen? -. preguntó Sandy

- Yo dieciséis y Cosa dieciocho

- Entonces Cosa-.te miré por el retrovisor, pero estabas con unos lentes de aviador negros ¿en qué momento te los habías puesto? -. Te gusta esa música, ¿por qué?

- ¿Por qué no? -. respondiste de mala gana sin despegar la vista de la pista.

- Eso es lo único bueno de Cosa, tiene un buen gusto por la música...y en parejas

- ¿Por qué nos invitaron a subir? No nos conocen

- De hecho, yo si lo hago-. dijo la líder de los umpalumpas. - Te conocí en la fiesta de hace dos semanas ¿recuerdas? ¿La fiesta de disfraces de Ricardo? Yo era Willy Wonka

- Oh si, te recuerdo. La prima de Ricardo. Ya me habías invitado, pero me negué.

- Te negaste porque tenías una cita. -dijo ella más como afirmación que como pregunta, pero no hizo más que causarnos risas a Sandra y a mí-. ¿Dije algo malo?

- Jajajaja no. Es solo que somos amigos, casi hermanos

- Hay pequeña Lottie, siempre viendo cosas donde no las hay -. dijiste mientras la despeinabas un poco en el momento en el que sacaste la vista de la pista por unos segundos.

𝚅𝙴𝙸𝙽𝚃𝙴, 𝚃𝚁𝙴𝚂 𝚈 𝙳𝙸𝙴𝚉 || 𝑳𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑺𝒕𝒚𝒍𝒊𝒏𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora