Todo el mundo habla sobre lo bello que es tener a tu mate.
Qué harías cualquier cosa por esa persona especial que nos a mandado la diosa luna.
Un verdadero paraíso el solo estar a su lado...
Mi madre decía que el lazo que nos uniría seria tan grande y fuerte que incluso serías capaz de cambiar por esa persona.
Que en el momento en que la viera podría sentir al instante un inmenso amor brotar.
Y bueno, la tengo frente a mi y no siento nada.
¿Me mintieron? o ¿exageraron todo lo que me contaron?
«Debo hablar con Elías mas tarde.»
Estaba de pie junto a mi padre observando a mi pequeña mate, ella estaba sentada mirando con un brillo en sus ojos a Hanna quien estaba colocando platos de comida frente a mi mate; estaba comiendo casi todo lo que le era servido.
Y no hablamos de uno o dos platos.
Mi padre le hizo un gesto a Hanna -inmediatamente dejo de servir más comida-, para luego sentarse frente a mi mate esperando a que terminara lo que estaba comiendo para por fin entender lo que quiso decirnos.
«—¿No vas a responder?
Silencio.
—¡Maldita mocosa!, ¿Quién te dijo acerca de este lugar?.
Silencio.
—¡Responde!
Silencio.
Mi padre y yo nos dirigimos a los límites de la manada pues algunos guardias nos habían dicho sobre un asunto en el que estaba implicado un humano.
Al llegar lo que vimos fue a varios hombres tratando de detener a un guardia que le está gritando a una niña, otro guardia estaba frente a ella protegiéndola.
Pero, ella estaba calmada, como si el alboroto que la rodeaba fuera ajeno a su persona.
—Jacob, ya detente.
El alfa de esta manada, mi padre, se interpone entre Jacob y el guardia que protege a la pequeña. Desde el momento que mi padre alzo la voz todo el alboroto se esfumo, como si nunca hubiera sucedido.
—¿Qué fue lo que sucedió aquí y quién es ella?— inquirió.
Por un momento todo el lugar se lleno de un silencio incómodo, todos se miraban entre sí, hasta que el guardia que protegía a la niña decidió hablar.
—Bueno Alfa, si me permite seré yo quien le explique —mi padre asintió así que el guardia comenzó a explicar—, la señorita aquí presente —se hizo a un lado para que pudiéramos ver a la susodicha— llego a la manada solicitando hablar con usted, primero nos negamos a llevarla con usted hasta que se identificara, preguntamos su nombre y su motivo —el guardia miro un momento a la niña y después a nosotros—, sin embargo, desde que dio su solicitud no a vuelto a abrir la boca y se la a pasado tocando ese árbol, eso hizo que Jacob desesperara y comenzara a gritar.
Mi padre suspiro y se acerco a la niña. Pero no hubo necesidad de que mi padre la cuestionara para que ella hablara.
—¿Eres el Alfa?
—Si. ¿Quién eres tu?— coloco la mano en su cabeza para tratar de que se sienta segura, pero en cuanto sacudió un poco su cabello un aroma casi imperceptible desprendió de ella.
Mi cuerpo se tenso al sentir ese ligero aroma a melón, creí que había sido pura imaginación mía hasta que volvió a sacudir su cabello. Y ese aroma volvió a sobresalir de ella.
Esta niña es mi preciada mate.
Pero... ¿Por que su aroma están débil?, Ella es mi mate y no pude notarla al instante.
¿Es por toda la suciedad en su cuerpo?, Aunque esto no debería ser posible, incluso con esta suciedad su aroma debió sobresalir.
No. Eso no es importante ahora.
¿Por qué no siento ese amor que se supone debo sentir por ella?
¿Acaso tengo algo mal?
Ella se quito el guante de su mano izquierda, alzo su mano mostrando que en su dorso había una marca de media luna.
—Mi nombre es Eira y estoy aquí por que hay un mensaje que debo transmitirle, Alfa.
Todos miraron con sorpresa y a la vez con intriga a mi mate.
Esa marca en su dorso seria una simple marca de nacimiento muy peculiar para cualquier otra persona, pero nosotros no somos cualquier persona. Ella es una hija de la luna, aunque han pasado muchos años desde la ultima vez que se tuvo registro de un hijo de la luna parece ser que están volviendo a nacer, pues hasta el día de hoy solo había conocido a una persona única con aquella marca.
Mi padre fue el primero en salir de su sorpresa, así que continuó con la conversación.
—¿Qué clase de mensaje?
Ella miro a su alrededor, miro uno por uno a las pocas personas que habían presentes y después miro a mi padre.
—Esta bien, puedes decirme ese mensaje, todos aquí son de confianza.
—Este lugar ya no es seguro, deberían irse o ellos vendrán por ustedes.
—¿Ellos?
—Los humanos, ellos descubrieron su secreto y vendrán a matarlos.
Todos rieron ante lo que dijo, incluido mi padre.
—Pequeña, incluso si ellos nos descubren no podrán hacernos daño, lo humanos son más débiles que nosotros.
Eira frunció el ceño y con una voz amarga habló.
—Y si son tan fuertes... ¿Por qué en mis visiones toda su especie es aniquilada?»
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Visiones de un futuro juntos
Vârcolaci«Supongo que todos exageraron los sentimientos de un hombre lobo por su mate. Porque yo tengo a mi mate frente a mi y no siento ese gran amor que debería tenerle.»