¿Quién no amaba a ese comisario? ¿Quién no se paraba a verlo, al menos por unos minutos, cuando este entraba a comisaria luego de un robo, totalmente orgulloso de su trabajo, con una pequeña sonrisa en su rostro?
Todos se preguntaban el color de sus ojos, que estaban cubiertos por sus lentes de sol, y las pocas personas que lograron verlos de cerca, a pesar de tener un color común, habían quedado fascinados. También todos se solían fijar de que color se había teñido esta vez su extravagante cresta. Aunque también las personas miraban sus músculos, que se hacían notar por la vestimenta que usaba.
Ese comisario era único, podías verlo por horas, examinarlo con la mirada, y simplemente no te cansarias.
A cada persona le gustaba algo en particular del Comisario Horacio.
¿Pero, qué le gustaba a Volkov de él?
Pues, sentía cierta admiración por su cabeza.
────── ¿Cómo? ──── Se escuchó decir a un hombre de cabello negro, soltando un pequeño gallo cuando pronunció la primera o, intentando aguantarse su risa. ────
────── Que me gusta su cabeza, tío. ──── Contestó otro sujeto de cabello grisáceo, totalmente embobado por el aroma a colonia que se había invadido en comisaría apenas el comisario empezó a caminar. ────
────── ¿Cómo que te gusta su cabeza? Osea ¿De cuál de las dos cabezas estamos hablando?
────── Jack, no. ──── El oji-celeste se encogió de hombros, incomodo y sonrojado ante las palabras de su amigo, que había soltado risas ante su reacción. ────
Ellos eran Viktor Volkov y Jack Conway. Muy conocidos en comisaría, ya que casi siempre se encargaban de liarla en ese lugar... Bueno, en realidad, se encargaban de liarla en cualquier lado.
────── ¿Por qué no le hablas? ──── Preguntó Conway arqueando una ceja, cruzándose de brazos al lado del hombre de tez pálida. ────
────── Me da vergüenza, Conway. ──── Le respondió con un tono triste Volkov, cruzándose de brazos también. ────
Un pequeño silencio se formó entre ambos, debido a que el más alto estaba pensando en que responder.
────── ¿Tienes miedo de que te de con la porra? ──── Fue lo primero que se le ocurrió. ────
────── ¿Qué clase de pregunta es esa? ──── Lo miró, extrañado. ──── Claro que no.
────── ... Enton-.
────── Bueno, sí, creo que me da un poco de miedo.
Jack suspiró, abrazando por los hombros a su compañero, recostando su cabeza en la del más bajo.
────── Pero como te va a dar con la porra ese hombre, coño, que es un pan de dios. ──── Bufó Conway, mientras veía como el comisario a la lejanía le gritaba con bastante fuerza y dureza a un ciudadano que al parecer había ido a comisaría a "tocar los cojones".────
────── Tal vez tengas razón... ──── Balbuceó "flojito" Volkov, que había cerrado sus ojos con anterioridad ante la cercanía con su amigo. ────
────── Anda Volkov, ve a por él antes de que se vaya con el abuelo decrépito de Gustabo. ──── Palmeó repetidas veces con suavidad la espalda ajena. ──── Que tú estás hecho un tigre.
El de cabello gris sonrió ante las palabras de su contrario, abriendo con rapidez sus ojos, en los que se veía reflejado que ahora tenía confianza en si mismo.
────── Muchas gracias, Conway. ──── Le agradeció, para luego, empezar a caminar hacia el hombre de la cresta. ────
El recién nombrado se quedó estático en su lugar, soltando pequeñas risitas a lo bajo.
────── Hostia, que ha ido enserio.────── ¿Quién ha ido enserio, capullo?
────── ¡Coño, Superintendente!
(...)
Cuando Volkov consideró que estaba a una distancia razonable, al parar de caminar, la ultima pisada que dio al suelo fue bastante fuerte, llamando la atención de algunas personas, y entre ellas, estaba su enamorado, que volteó exaltado, mirándolo.
────── Joder, Volkov, casi me mata del susto. ──── Se agarró el pecho, suspirando con alivio, uniendo sus cejas en señal de molestia. ────
────── Perdone, Comisario Horacio. ──── Desvío la mirada, un tanto avergonzado. Sin dudas, había empezado mal esa conversación que hace unos minutos su confianza añoraba. ────
El hombre de cresta sintió una pequeña presión en el pecho al ver el comportamiento del chico, a lo que dio otro suspiro, revolviendo los cabellos grices del ajeno, el cual no pudo evitar que sus ojos brillen y una pequeña sonrisa se formase en su rostro ante la acción del policía que había durado sólo unos segundos.
────── No se preocupe. ──── Alejó su mano, para acto seguido cruzarse de brazos. ──── ¿Necesita algo?
Sin dudas, ahora estaba mucho más nervioso que antes ¿Ahora qué se suponía que tenía que decir?
────── ¡T-tu cabeza!
El comisario arqueó una ceja de manera imprevista.
────── ¿Disculpe?
────── Quiero decir... Su cabeza, es pequeña, y... Me gusta, me gustan las cabezas pequeñas.
El silencio reinó ante ambas personas, que se miraban fijamente a los ojos después de esa charla tan incómoda.
A lo lejos, el Superintendente Gustabo Garcia junto a Conway estallaban en carcajadas al hacerse una idea de lo que estaba pasando entre Horacio y Volkov.
Finalmente Viktor se fue corriendo fuera de comisaría con el rostro totalmente echo un tomate.
Era un desastre ¿Era necesario que mencionase sobre la cabeza del comisario?
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♯〔Comisario Horacio〕━━━ GTA Roleplay AU.
Fanfic─── ¿¡Qué haces con los problemas, Volkov!? ─── ¿¡Con los problemas!? ¡Me los como! El Superintendente Gustabo junto al Comisario Horacio observaban de lejos a lo que ellos solían llamar "dúo dinámico", que se encontraban haciendo el gilipollas segú...