Día del padre (Mob Psycho 100) Serie de Oneshots.

Reigen y Teru

Teruki suspiró, intentando que su frustración no le amargará  el día. Era mejor fingir que hoy era un día cualquiera, un día de escuela más entre otros miles.

Hoy no es el día del padre. 

En contra de su voluntad, sus ojos se dirigieron a su estantería, donde guardaba los pequeños regalos que sus padres le fueron enviando con los años siempre que era un día especial. Ya sea Navidad, Reyes o su cumpleaños. A un lado de la estantería, un poco escondidas, hay un montón de cartas, esas las mandaban tanto el día del padre como el de la madre.

Y todas decían básicamente lo mismo, con sinónimos o con el orden de la frase alterada. "Te quiero mucho hijo, me alegra saber que tengamos un dia para conmemorar  que soy padre/madre de alguien como tú. Intentaremos ir a verte en cuanto se pueda."

Hacía dos o tres años que ya ni abría las cartas, pero tampoco las tiraba.

Teru sabe que sus padres se esfuerzan como nadie, y que son gente admirable. También sabe que realmente lo quieran y lo vienen a ver siempre que pueden, todos sus ahorros siempre tienen nombre, ir a ver a su hijo. Teruki no odia a sus padres, pero la soledad no la disfruta nadie. ¿No es malo ser un poquitín egoísta y querer a sus padres junto a él, como una familia cualquiera, verdad?

Era mejor distraerse, de nada servía estar lamentándose todo el día. ¿Para que? Para Teru, hoy no es más que un dia más del montón.

Hanazawa agarró su móvil para llamar a varios de sus amigos y poder quedar en verse en esa misma tarde. Como si fuese un dia más, uno común.

"No puedo, iré a la playa con mi padre."

"No puedo, iremos a cenar por el día del padre."

"No puedo, llevaremos por sorpresa a mi padre a una fiesta esta tarde, lo lamento."

Hizo una mueca de asco y estaba por tirar su celular por la ventana.

Todas sus ganas fueron desapareciendo poco a poco llamada tras llamada, y ahora solo le quedaban ganas para tirarse en la cama y ocultarse entre las sábanas. Fingir que no existe durante el resto del día. Si algo tenía claro, es que hoy no piensa ir a la escuela.

Así quizá su padre lo llame para regañarlo.

Con esa idea en mente, intento pasar la mañana jugando videojuegos.

Intentó.

"Ahora que has cumplido la misión, ¡Regresa a tu casa! que tu personaje descanse de vez en cuando también te ayuda a subir más rápido de nivel, además, de vez en cuanto habrán eventos especiales y tus padres tendrán regalos para darte. Desde armas, pociones... ¡Lo que sea! Revisa el menú principal de vez en cuando para saber cuándo es un día especial. Ve, que tus padres te esperan en casa." 

Teru lo leyó susurrando, a cada palabra la garganta le ardía más. Apagó la consola de un golpe y sin guardar. ¿Rompió la consola? Ni le importaba.

Pasó el resto de la mañana durmiendo, apenas comió.

Ya eran alrededor de las 16:00 y Teruki se estaba hartando de dar vueltas en la cama. Llevaba más de media hora viendo frases motivadoras cutres y cursis para ver si cumplían su cometido y lo sacaban de la cama. Evidentemente, no funcionó. Fue el aburrimiento lo que le hizo moverse.

Ya que nadie esta disponible, saldrá a pasear el sólo.

Estaba frustrado, estaba muy frustrado. Todo a su alrededor eran familias y familias pasando el dia. ¿Quieres sentarte a descansar? Hay un padre y su bebe en brazos reposando allí. ¿Quieres ir a tomar algo en un bar? Casi todas las mesas están ocupadas por adolescentes haciéndole el cutre y simple regalo de "te pago una cerveza y me cuentas tu vida un rato" a su padres. ¿Al parque quizá? Niños y niños siendo supervisados por sus padres, cosa que es normal y pasa todos los días, pero hoy le dolía más que nunca.

Si fuese por él, iría con los ojos cerrados durante el resto de la caminata. Realmente se tentaba, pero no era tan estúpido, no tanto. Pero si iba mirando al suelo y evitando cualquier ser vivo que se le cruzara.

No tenia nada que hacer, igual de solo iba estar en casa. A poder escoger, prefería hacer ejercicio y caminar el resto de la tarde hasta que el sol deje de picar, a quedarse en casa encerrado con terrible calor. Más teniendo en cuenta que muy probablemente no pueda encender su consola.

Pensó en ir a la playa a quitarse la calor, pero descartó la idea cadi de inmediato. Solo se iba a molestar con el mundo más.

El sol empezaba a bajar ya, pero a Teruki poco le importaba. ¿Cuánto llevaba caminando? Ni le importaba, no tenia nada más que hacer. Solo caminar y ahogarse entre sus pensamientos.

Pero pensar demasiado también agota. Así que a la que pilló un banco libre, se sentó. Ni se había dado cuanta de cuanto le gritaban las piernas para que parase un poco, le ardían. Debían ser casi las 20 ya. De las 16 a las 20 caminando sin parar, normal que estuviese cansado.

Cada parte de su cuerpo le gritaba una queja distinta. "Estas re seco, bebe." "Te duelen las piernas." "El sol te dio demasiado de cara y tu cabeza te duele." "El banco es demasiado incómodo con estos pantalones." Pero a Hanazawa no le quedaba ni la energía ni las ganas para escucharlas.

—Hey.

Era una voz conocida, pero como estaba medio aturdido no se dio cuenta de quien era hasta que lo vio.

— Luces demasiado deprimido, y la verdad no te pega nada. ¿Te hace ir a tomar algo y me cuentas tus penas? Soy de lo mejor dando consejos a adolescentes. Ya te lo habrá dicho Mob, ¿Cierto? Anda, enrollate, que pago yo.

Reigen Arataka.

Su sonrisa era forzada y se notaba, y sus ojos reflejaban la misma frustración y soledad que el sentía. Le sonrió con comprensión e hizo un esfuerzo sobrehumano para levantarse del banco.

Para ambos, ese día era uno más, uno cualquiera, uno común. Pero por primera vez en ese día, Teruki ya no se sentía tan apartado del resto de ls humanidad, ya no se sentía el marginado.

Sus ganas volvieron y su sonrisa se ensanchó con sinceridad, ya ni le ardían las piernas.

Eso bastó para que la sonrisa de Reigen dejase de ser forzada.

Casa Hanazawa, buzón. Carta destinada a Hanazawa Teruki.

"Hijo, actualmente estamos en el avión, mañana estaremos allí. ¿Te parece ir a la playa juntos? Cualquier plan esta bien, podemos hacer lo que pidas, pese a ser mi día. Ambos te queremos tanto como a nuestra vida o más, cuidate mucho."