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Los gemidos y el vaho caliente que salía de sus bocas se mezclaban con la humedad en el aire. De repente habían dejado de sentir el frío clima que calaba hasta los huesos. Ahora todo era calor, calor, calor.

Sus cuerpos bañados en sudor entremezclado y músculos tensarse por doquier. HyungWon aún conservaba una leve mueca de dolor en su rostro, la cual HoSeok no sabe cómo deshacer.

—Joder, vas a partirme a la mitad —se quejó el menor.

—¿Quieres que pare? —cuestionó HoSeok, con su voz temblando debido al movimiento.

HyungWon negó de inmediato con la cabeza, aunque sus ojos seguían apretados mientras que sus dientes atraparon el labio inferior.

Una embestida más y HoSeok terminó sin previo aviso, llenando el interior de HyungWon con un cálido sentimiento. El rubio se quedó quieto por un momento, con sus ojos cerrados y su cuerpo aun temblando, esperando a recuperarse.

Después de que los efectos del orgasmo pasaron, HoSeok se dejó caer sobre el sudoroso cuerpo de HyungWon, escondiendo su cabeza en la curva entre su cuello y hombro, aspirando su aroma.

—Bueno, eso fue rápido —habló HyungWon, a lo que HoSeok rió.

—¿Qué esperabas?, llevo meses sin hacerlo.

—¡Yo llevo toda mi vida! —replicó el castaño.

HoSeok soltó otra risa y se acomodó aún más cerca de HyungWon(si es que eso era posible).

—Solo, deja que me recupere y lo intentamos de nuevo —masculló HoSeok, con su voz más ronca de lo que usualmente era.

HyungWon no pudo evitar llevar sus manos al cabello de HoSeok y acariciarlos suavemente, enredando sus dedos entre los mechones rubios. Era como tocar seda.

No iba a mentir, había dolido como la mierda, pero al menos fue un dolor que pudo disfrutar más que el estar parado en el funeral de su madre. A veces era necesario reemplazar un dolor con otro dolor, y realmente necesitaba sentir a HoSeok más que nunca.

—Me pregunto si es ilegal tener sexo en la terraza de un edificio familiar —murmuró HoSeok, recobrando el aliento.

—Tal vez solo te arresten veinticuatro horas.

—¿No estás seguro?, ¿No se supone que tu padre es un policía?

—No lo sé HoSeok, nunca han arrestado a alguien por tener sexo en un techo.

—¿Crees entonces que sí nos arresten? —inquirió HoSeok de nueva cuenta, ésta vez acostándose de lado y apoyando su cabeza sobre su mano.

—Acabo de tener sexo en una terraza, ¿Acaso luzco como un abogado?

Después de compartir un par de risas, todo se tornó en un silencio apacible. HyungWon miraba hacia el firmamento, mientras que HoSeok guardaba en su memoria cada pequeño detalle de las facciones del castaño.

HyungWon contaba las estrellas, mientras que HoSeok admiraba la tersa piel del rostro del menor.

HyungWon veía el oscuro y profundo azul del cielo nocturno, y HoSeok el marrón que reflejaba el brillo de la ciudad en los ojos de HyungWon.

El rubio por fin decidió recostarse sobre las mantas del suelo y cerró sus ojos, escuchando atentamente el silencio, y distinguiendo a la distancia el sonido de la gente, los autos pasar, las bocinas sonar y las personas hablar.

De repente, el ruido de unos sollozos se mezcló con el sonido de la ciudad. HoSeok abrió sus ojos de nueva cuenta y observó a su lado a un pequeño HyungWon hecho ovillo sobre las mantas, escondiendo su rostro entre sus manos e intentando ahogar los gemidos y sollozos que salían de su boca.

❛Supermarket flowers❜ 2won [Adaptación] |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora