One Shots GTA Roleplay /Spain Rp (Pausado)

Un día de muerte (1/2)

- ... Como le digo para tener parejas ahora mismo no, no estoy capacitado yyyyy, también con toda la situación que se esta zumbando... Pues es complicado.

Horacio miró a su ahora imposible amor Volkov, y sin decir una sola palabra se retiró de la oficina del superintendente y se dirigió a su Z sin pensar en nadie más.

Gustabo, quién había escuchado el rechazo del idiota de comisario a su hermano, se fue a perseguir a Horacio, no sin antes mirar con odio al comisario, quién lo observo sin decir una palabra.

Miró el parking, encontrando a Horacio dentro del Z, mirando tristemente hacia abajo.

- Horacio

Éste estaba tan concentrado en sus pensamientos, que no le oyó la primera vez.

- ¡HORACIO!

El nombrado pegó un salto, golpeándose contra el techo del patrulla.

- ¡Gustabo! Me has asustado de muerte. ¿Que pasa?- Dijo su hermano, con su típica sonrisa en el rostro, como si nada hubiera pasado. No se la creía para nada.
- ¿Estas bien?
- Claro que si joder. ¿Por qué estaría mal?
- A ver. No soy idiota, esa sonrisa en tu cara a mi no me engaña. Además, como que escuche parte de la conversación.

Horacio borró la sonrisa de su cara, convirtiéndose en una mueca, y luego en llanto descontrolado. Salió del patrulla rápidamente y abrazó a la única persona que siempre ha estado ahí para él.

- ¿Que tengo de mal Gustabo? ¿Por qué nadie me quiere? ¿Por qué? No lo entiendo joder. ¿Soy tan mal partido?

Gustabo observaba a Horacio con pena. Lo siguió abrazando hasta esperar que el llanto pasara. Los sentimientos en su cuerpo y mente eran casi inexistentes, a excepción de su relación con Horacio. Ambos habían pasado por la mayor mierda que les había podido tocar, y aún así siguieron con vida. prometió cuidarlo por siempre, y esta situación lo ponía en un jaque mate horrible.

- Horacio, vales más de lo que cualquiera en esta ciudad merece. El niño enfermo puede irse a la mierda si quiere, pero tu no seguirás llorando por alguien que no te merece.
- Pero lo amo Gustabo, lo amo muchísimo.
- Lo sé, y es por eso que no te merece. Si no quiere corresponderte, que se joda, tu le vas a demostrar de ahora en adelante de lo que se perdió. ¿De acuerdo?

Horacio se limpio las lágrimas y volvió a sonreír, iluminando ese bello rostro opacado anteriormente.

- Esta bien. Le demostraré que cometió un error.
- Eso es coño. ¿Que hacemos con los problemas Horacio?
- ¡Me los como!
- Muy bien.

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Mientras el par gritaba como siempre lo hacían, Volkov los observaba desde la esquina de la comisaría. Anteriormente Paola también se le había declarado, pero no quería nada con nadie ahora mismo, no con lo que estaban viviendo: mafias, bandas, muertes de compañeros. Ya no aguantaría otra desgracia.

- Comisario... ¿Comisario?
- Ah Leónidas, ¿Que sucede?
- El superintendente lo necesita con urgencia en su oficina.
- 10-4

Antes de seguir, miró disimuladamente al parking, viendo como Leónidas también se acercaba a ellos. Adelantándose para no toparse con ellos, entró en la comisaría y vio a través de la ventana a un Conway echando humo. Suspirando, entró a la oficina.

- Comisario Volkov a la orden. ¿Que sucede?
- No hasta que lleguen Horacio y Gustabo.
- 10-4

Casi de inmediato entraron ambos hombres, con un Gustabo sonriente y un Horacio sorprendido de ver al comisario allí dentro.