❂ One-Shots de Piccolo ❂

Wake up... For me |P.1|

Autor: drawnwriterimagines

Sinopsis:

No tiene, pero es extremadamente largo y bueno. Tuve que ponerlo en partes porque, madre mía, es extremadamente largo. ._.

Recordó verte jadeando fuertemente en el suelo, luchando por mantenerte parado mientras estabas sobre Gohan protectoramente. Tus puños afuera, listos para continuar tu brutal batalla con el conquistador alienígena, Freezer, que no quería nada más que matarlos a todos, lento y dolorosamente. Vegeta se había apartado a un lado, por una vez sintiéndose impotente y temeroso del terror que Frieza otorgaría y sabía que su interferencia en su batalla no haría nada más que obstaculizar sus muertes prematuras por segundos más. Krillin estaba con Dende, después de haber sido apuñalado violentamente por el pecho, el pequeño Namekiano lo curó secretamente.

El Piccolo recién fusionado, había aparecido en el campo de batalla, lanzando una patada rápida y brutal a la cara de los alienígenas que los envió volando. Aturdiéndote a ti y a Gohan por completo, miraste la energía que abarcaba el ser frente a ti, con los ojos desorbitados y asombrados. Reconociste esa energía pero, al mismo tiempo, no, pero sabías quién era. Solo había una persona que te ayudaría en este planeta, y solo una persona que habías convocado en las bolas de dragón.

– Piccolo. – Suspiraste amorosamente mientras el brillo abrumador de su energía se apagaba y tu amante Namekiano se mostraba a través de la luz cegadora.

– ¡Señor Piccolo! – Se rió Gohan aliviado.

Ayudándote a ti y a Gohan a levantarse, le sonries aliviado al igual que Gohan antes de que el Namekiano le sonriera al niño.

– Hey, niño. – Sonrió, colocando su mano sobre la cabeza del niño cariñosamente, a lo que Gohan sonrió brillantemente

Sus ojos luego parpadearon hacia ti, su mano opuesta se levantó para limpiar el delgado rastro de sangre que corría por el costado de tu cabeza.

– Lo siento, llego tarde. – Susurró, su preocupación por ti era evidente en sus gestos – ¿Estas bien? – Te preguntó, su mano más grande acariciaba el costado de tu cara.

– Estoy bien. – dijiste sin aliento, tu mano tomando la suya más grande entre las tuyas, presionando tu mejilla contra su palma. Lo abrazaste con fuerza, riendo en voz baja – Ha pasado tanto tiempo. – Respiraste, increíblemente aliviada de tenerlo de vuelta contigo. Él se rió entre dientes débilmente.

– Estoy de acuerdo. – Admitió, a lo que sonrió un poco antes de que ambos se dieran cuenta del poder que Frieza estaba desprendiendo.

Dió un paso adelante, quitándose el turbante y arrancando su capa blanca, se podía sentir cómo su nivel de potencia había aumentado dramáticamente. Mucho más alto que el tuyo o el de Vegeta, posiblemente incluso mejor que el de Frieza, pero eso no te hizo preocuparte menos.

– Piccolo, – le impediste avanzar mientras se movía para enfrentar al monstruo, se volvió ligeramente – es mucho más poderoso de lo que parece, sus ataques no se parecen a nada que hayas visto, – le advirtiste – por favor, ten cuidado. – Lo perdiste una vez, dos veces sería demasiado para ti.

Te dio una sonrisa reconfortante, casi arrogante, sorprendiéndote un poco.

– No te preocupes, no soy el mismo Namekiano que antes. – Dijo antes de volverse hacia Frieza, tranquilizándote.

Frieza frunció el ceño, obviamente enojado por la nueva llegada.

– Otro terrible Namekiano, podría haber jurado que había diezmado al resto de tu miserable especie. – Sonrió, sin embargo, levantando su puño en promesa – Oh, bueno, tendré que matar a uno más para asegurar la extinción de tu raza insubordinada. – Se enfureció antes de enviar una explosión de ki en su dirección.