1:Fate.

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1:Fate.

Taehyung POV.

-¡Oh, esa mesa de allá! ¡Ahí están!

Mierda.

-¡Vamos! ¡Te presentaré!

De ninguna manera.

-¡Hola chicos!

¿Qué tipo de broma era esta?

-¿Qué? ¡Todos parecen sorprendidos jaja!

Fíngelo.

-De todos modos, ¡quiero que conozcan a mi mejor amigo!

¿¡Por qué está pasando esto!?

-Entonces, chicos, este es Taehyung!

Finge.

-¡Y Tae, este es Jin hyung, Namjoon hyung, Hoseok hyung y Yoongi hyung!

-E-encantado de conocerlos a todos.

Ojos tristes y adoloridos con sonrisas falsas.

-Y Tae ... Uhmmm ... Él era a quien realmente quería que conocieras".

No lo hagas.

-Estoy diciendo esto no solo por ti Tae ...

Detente.

-... Pero también para que lo escuchen nuestros queridos amigos.

No quiero escucharlo.

-Tae, conoce a Jungkook.

Por favor no lo digas.

-Mi novio.

Declaró y jadeamos, pero lentamente voltearon la cabeza hacia mí y me miraron con expresión de dolor mientras forzaba una sonrisa.

-Ya veo ... Jiminie y J-Jungkook.

Me las arreglé para decir. Jungkook no dijo nada. En cambio, me miró por un momento, sonrió y luego jaló a Jimin en su regazo, haciendo sonrojar a mi mejor amigo.

Respiré hondo y apreté mis manos temblorosas mientras me mordía el labio tembloroso mientras las lágrimas amenazaban con caer en cualquier momento.

No. Taehyung, no ahora.

-Uhmmm ... Encantado de conocerlos a todos, pero tengo que irme.

Me tengo que ir ahora o de lo contrario.

-¿Qué? Pensé que no tenías nada que hacer, ¿para eso aceptaste pasar un rato con nosotros?

-Lo siento Jiminie, recordé que necesito enviar algunos documentos, ya sabes, parte del proceso de transferencia. Quizás la próxima vez ¿de acuerdo?

-Hmmm ¡Bien, te perdonaré pero tienes que prometer que saldrás con nosotros pronto!"

-S-si.

Me incliné y caminé rápido. Me detuve por un momento y miré mis manos temblorosas. Una risa patética escapó de mi boca cuando sentí una lágrima rodando por mi mejilla, luego corrí dejando que mis piernas me llevaran a algún lugar con la cabeza baja, esperando que nadie me viera.

Resulta que mis piernas me llevaron a la azotea. Lo bueno es que la azotea de esta universidad está abierta. Me senté en un banco y dejé correr mis lágrimas.

Patético.

Seguí sollozando hasta que oí que se abría la puerta.

-Oye.

Fragmentos•Kookv•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora