惩罚 我 ;; 𝖼𝗈𝗇𝗍𝗎𝗆𝖺𝖼𝗒. ¹

03

Lo primero que notó Yeosang fue el silencio que llenaba el dormitorio.

Yeosang había dejado la compañía poco después de su conversación con los demás, quienes se quedaron atrás para hacer lo que quisieran, ya fuera más ensayo coreográfico o práctica vocal, pero Yeosang no estaba seguro de lo que le había sucedido a Yunho, Seonghwa y Hongjoong después. Se fueron. Hongjoong asumió que estaba en su estudio, Yunho... no estaba seguro. Seonghwa asumió que lo estaba esperando.

Suavemente cerró la puerta detrás de él, quitándose los zapatos junto a la puerta mientras dejaba caer su mochila allí también. Hay una quietud que llena el aire, casi como un ruido blanco que llena la mente de Yeosang. Yeosang revisa su teléfono en busca de mensajes, preguntándose si Seonghwa pediría encontrarse con él, pero no había nada en la pantalla.

—Somos solo nosotros dos, si eso es lo que te preguntas, Yeosang —el joven casi saltó de su piel cuando la voz de Seonghwa salió de la cocina detrás de él. El mayor estaba sacando una botella de agua de su refrigerador, nada escandaloso. Sin embargo, el corazón de Yeosang todavía no se ralentizaría. Él estaba nervioso. Es comprensible que sí—. Fuiste grosero hoy, Yeosang —Seonghwa giró su cuerpo para mirar a Yeosang, el cuerpo apoyado contra el mostrador. Bebió lentamente, sus ojos nunca dejaron los de Yeosang. Incluso si el más joven miró hacia otro lado, Seonghwa lo estaba mirando cuando miró hacia arriba. Se sintió pequeño bajo la mirada.

Yeosang no pudo evitar sonreír; siempre se reía o sonreía cuando estaba nervioso.
—Lo siento. No debería haberlo hecho, solo estaba molesto —se aclaró la garganta, tratando de borrar la sonrisa de sus labios—. Solo quería arreglar la coreografía hasta que fuera feliz con el resultado. No quise parar. Fue egoísta, y lo siento.

Seonghwa tarareó, un sonido que Yeosang conocía demasiado bien. Estaba planeando algo.

—Fue muy egoísta de tu parte, Yeosang.

Seonghwa ni siquiera lo había tocado y Yeosang sintió un rayo corriendo por sus venas, caliente, electrizante, que le puso los pelos de punta. Para que esa voz profunda lo regañara, todo lo que Yeosang quería hacer era mejorarlo; arreglar lo que había hecho.

El mayor lentamente regresó hacia él, Yeosang escuchó débilmente la botella de agua cayendo sobre el mostrador, antes de que una mano fría se metiera debajo de su barbilla y levantara su cabeza. Un marcado contraste con la mano que lo había agarrado bruscamente en la sala de práctica. Esta vez también, Yeosang pudo detectar algo suave en sus ojos.

—Wooyoung me dijo que querías que yo fuera el primero con el que hacer algo. ¿Es esto cierto? —Yeosang asintió lentamente—. Usa tus palabras, bebé.

Bebé.

—Sí.

—Bien —Yeosang descubrió que le gustaba el pequeño cumplido. Se puso un poco más erguido con la aprobación de Seonghwa—. Tengo ideas para darte una lección, Sangie, pero necesito asegurarme de que estás bien con eso. Que sabes en lo que te estás metiendo.

Yeosang tragó saliva, respirando hondo para asegurarse de que sonaba lo más estable posible.
—Wooyoung y San me dijeron algunas cosas.

La risa baja que salió de los labios de Seonghwa fue inesperada, pero de alguna manera reconfortante para el más joven.
—Ah, esos dos. No creo que tenga que castigarte tanto como a ellos. Eres un buen chico, Yeosang.

Bebé, buen chico. A Yeosang le gustaban los apodos. Seonghwa pareció notar eso también, dada la forma en que le sonrió brevemente.

—Me dijeron que eres el indicado para... cosas más difíciles —ah, qué vergonzoso le fue decirlo—. Dom... ¿Cosas? Yo... Wooyoung cree que me gustaría eso. Necesito que... —Yeosang tragó, incapaz de evitar que su voz se volviera más pequeña. Sus dedos se apretaron en puños a su lado—, creo que podría... Necesitar eso también.