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Cuando Yoongi salió de su última clase, Jimin ya lo estaba esperando, con su cuerpo apoyado en un árbol y su mirada fija en el cielo, el cuál estaba muy nublado para su gusto

-Jiminnie

El nombrado recién cuando escuchó su nombre en aquella hermosa voz, fue que pudo salir de su pequeño mundo y mirar al bonito chico que tenía delante suyo

-Hola hyung

Yoongi le sonrió

-¿Nos vamos?

Asintiendo, Jimin se alejó del árbol y tomando una mano de Yoongi, cerro sus dedos en la pálida mano, enlazando así sus manos, haciendo que el mayor se sonrojara

-Vamos

Ambos caminaron juntos hasta la casa del mayor, la cuál no estaba muy lejos del instituto, solo a un par de calles

Por el camino hablaron de pequeñas cosas: Yoongi contó como le fue en sus clases mientras Jimin le escuchaba atento, luego Jimin le contó sobre la pequeña discusión que tuvo con su maestra de química por casi hacer explotar el laboratorio, claro que Yoongi no dudo en explotar en risas

-No se burle hyung, fue su culpa

Yoongi parpadeó

-¿Yo?, yo ni siquiera estaba ahí

Jimin asintió, algo tímido ante la respuesta que estaba por dar

-Estabas en mi mente, estaba pensando en ti y no pude concentrarme en lo que hacía, así que fue su culpa por invadir mi mente con su bello rostro

Las mejillas del mayor enrojecieron

-¡No digas esas cosas!

Jimin rió

-Pero es verdad

Avergonzado, Yoongi corrió la vista, percatandose entonces de que ya habían llegado a su casa

-Uh -Un pequeño puchero apareció en sus labios -Ya llegamos

-Supongo que hasta aquí llego yo -Jimin le sonrió -Espero verlo mañana

-Yo también

Y dedicándose unas últimas sonrisas, esta vez fue Yoongi quién besó la regordeta mejilla del menor para salir corriendo hasta la puerta de su casa y entrando torpemente en esta

Jimin sonrió

Yoongi suspiró

UN PEQUEÑO ACOSADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora