¡Tu seras suya!

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Y da la casualidad que es el mismo vampiro que me saludo el primer día, no lo había vuelto a ver después de ese día.

Todos nos tensamos a los dragones tampoco les agradan los vampiros, él simplemente nos ve.

- ¿que les comió la lengua el gato?- me levante dispuesta a cazarlo, pero Blacke me detuvo -déjala venir tengo asuntos pendientes con ella-

Allerick- estas en la mesa equivocada colmilludo, lárgate con los tuyos si no quieres terminar sin cabeza-

- solo vine por ella- me señala y yo le gruño.

Allerick- ella esta con nosotros, lárgate- Amirah toma el control de mi cuerpo por que yo se lo permití.

Me moví a una velocidad increíble y ahora tengo su cuello en mi mano, mientras lo retengo contra la pared.

Otsana- bien ya me tienes aquí, ¿que quieres?- Amirah y yo no contenemos para no arrancarle la cabeza en este momento, el recuerdo de los vampiros bebiendo mi sangre y la de mis padres biológicos me llena de furia.

- si me dejarás respirar t...te lo diría con mucho gusto- rugí -ok, ok, te dire pero necesitas soltarme- solo afloje un poco mi agarre pero no lo solté.

Otsana- habla maldita sanguijuela- mi voz de Alfa se hace presente.

- mi rey quiere verte, tiene una propuesta muy interesante que hacerte, él no tiene compañera eterna por una maldición que le lanzaron los dioses pero tú serías una reina perfecta-

Otsana- lo siento pero dile a tu rey que se busque a alguien mas por que a mi solo me interesaría arrancar su garganta- lo quite de la pared y lo azote contra el suelo entonces lo solté, me aleje pero entonces...

- ¡él jamás aceptara un no como respuesta! ¡No importa lo que hagas tu serás suya!- regresó corriendo y le arrancó la cabeza.

Siento la mirada de todos sobre mi, tomo la cabeza y la lanzó al contenedor de basura, Amirah quiere salir y rugir, corro a la salida de la universidad, nadie me detiene.

Esquivo a los humanos que se encuentran ahí, corro al bosque, me adentro a tal punto que se que la universidad esta a muchos kilómetros de distancia.

Entonces me transformo dejando salir mi forma de loba, rujo con tanta fuerza que puede que lo escuchen en todas partes, si ese vampiro me quiere entonces luchare para que no obtenga lo que quiere.

No volví a la universidad, en cambio camine a mi casa, mis padres me esperaban en la entrada seguramente reconocieron mi rugido.

Lincon- ¿que paso?-

Will- escuchamos tu rugido- les cuento todo lo que me dijo el vampiro de quinta sobre que su rey me quiere para él.

Lincon- eso no ocurrirá, volverás a la universidad de la manada, mañana irás a despedirte de tus amigos y a pedir tus papeles- asentí aun que me entristece perder al único amigo que tengo, otra vez volveré a ser Otsana la solitaria.

Otsana- esta bien- sentí mis ojos llenarse de lágrimas, Will me abrazo y yo lloré, después Lincon se unió a nuestro abrazo.

Lincon- lo siento mucho pequeña, pero aquí al menos podremos protegerte mejor- lo entendía claramente lo entendía pero ya me había acostumbrado a todo en esa universidad.

Después de unos minutos me limpié las lágrimas y nos metimos a la casa, algo que también extrañaría sería a mi profesora de baile efectivamente es muy exigente pero he aprendido muchísimo.

Entro a mi habitación y Amirah solo quiere descuartizar a cualquier vampiro que se nos atraviese, me pongo a hacer mi tarea, cuando termino voy al gimnasio.

Paso el resto de la tarde practicando las coreografías que me he aprendido en mis clases de baile, con cada paso y movimiento siento como si mis problemas fluyeran y se esfumaran.

Cuando la canción termina mi respiración es irregular, he aprendido a dominar el baile lírico y también el ballet pero aun me faltan muchos ritmos por aprender.

Seco mi sudor con mi toalla y salgo del gimnasio, voy a mi habitación para bañarme, cuando termino de bañarme me pongo mi pijama y me acuesto a dormir.

A la mañana siguiente no me preocupo por levantarme temprano, decido que iré a la hora del almuerzo, me baño, me cambio y me arreglo tranquilamente.

A la mañana siguiente no me preocupo por levantarme temprano, decido que iré a la hora del almuerzo, me baño, me cambio y me arreglo tranquilamente

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Mi outfit del día quedo así, me miro al espejo con una sonrisa triste, mi celular vibra, son mensajes de Blacke, lo extrañare mucho.

Decido ignorarlos, bajo a desayunar mis padres no están tuvieron que ir a conocer al Alfa de la nueva manada, desayuno sola, pero eso no me afecta.

Al terminar de desayunar subo a mi habitación, me cepillo los dientes, me pongo labial rojo, tomo mi celular junto a mi pequeña bolsa de mano.

Bajo las escaleras, tomo mis llaves y las guardo en la bolsa, cierro la casa con llave al girarme veo a los guerreros que me llevarán a la universidad.

Me guían hasta la camioneta en silencio, me subo y ellos cierran la puerta, cinco camionetas mas nos siguen, mis padres no querían correr ningún riesgo.

Al llegar a la universidad primero voy a la oficina de la directora por mis papeles, la directora me hace esperar.

- ¿tan pronto nos deja señorita Otsana?- gruño es una vampira supongo que sabía los planes de su rey desde un principio.

Otsana- no me fastidie y entrégueme mis malditos papeles- un guerrero me espera detrás de la puerta.

- esta bien- me entrega mi carpeta con mis calificaciones y mis documentos originales.

Otsana- no fue un placer conocerla- salgo dejándola con la palabra en la boca.

- ¿ya nos vamos señorita?- me pregunta el guerrero, niego.

Otsana- iremos a la cafetería donde esta mi único amigo- asintió y lo guié, cuando llegamos a la cafetería estaba casi vacía pero ahí estaban los dragones.

Blacke como siempre se comía a besos a su compañero, corrí hasta él con mucho sigilo, le pique las costillas causando que se separara de su compañero muy asustado.

Blacke- hay perra me asustaste, pensé que no vendrías- mira por un segundo al guerrero a mi lado.

Hija De Alfas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora