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El pequeño JunGguk estaba totalmente confundido, no se había percatado de detalles sutiles pero notorios, su piel se sentía más suave cuando recordaba a ver estado debajo de una tormenta hace cosa de minutos

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El pequeño JunGguk estaba totalmente confundido, no se había percatado de detalles sutiles pero notorios, su piel se sentía más suave cuando recordaba a ver estado debajo de una tormenta hace cosa de minutos. Pero su ropa y piel decían lo contrario, ¿cómo era posible que estuviera completamente seco? tampoco se había dado cuenta que su proyecto había estado mojado, ya que este no estaba dentro de su mochila, sino afuera, si que no se había tomado ni la molestia de ver dónde lo ponía.

Suspiro profundo, al menos ya no se había desbaratado por el agua, ni idea de cómo estaba seco, pero gracias a eso salvó su proyecto, que alivio; una sonrisa salió de sus labios.

Ahora debía de averiguar qué iba hacer allí, pasar y pedir hospedaje hasta que pase la tormenta era una opción, pero vaya sorpresa se llevó nuevamente al darse cuenta que se metió a propiedad privado sin permiso, ya que solo se le había abierto la puerta, pero nunca tocó o hizo una señal para que supieran que el deseaba entrar.

Su sonrisa se deshizo, rayos, ahora tenía unos, pequeños, unos muchos pequeños grandes problemas, vaya suerte tenía JunGguk.

¿Pero qué podía hacer ahora? ¿Regresar? Era mejor pedir disculpas y pedir solo quedarse hasta que pasé, eso sí aceptan su visita.

En fin, los ojos del joven se iluminaron cuando la masión se iluminaba más, llamando más la atención, volviendo a sentir algo, como un llamado, o algo así, es raro de describir y no sabía ni como se sentía realmente, no solo noto eso, si no también que venía un aroma desde dentro, tentando lo más a entrar.

Sus esfuerzos por no entrar eran inútiles, el "llamado" extraño, el aroma embriagante, las luces, un calor extraño que sentía que emanaba naturalmente la gran casa.

Colocó mejor su mochila, ahora sí, asegurándose de guardar bien el proyecto, no estuvo casi 3 horas haciendo eso en vano; no lo serían. Ató sus cordones, que por haber corrido ya estaban sueltos, tomo la iniciativa de una vez por todas, estaba dispuesto a entrar, aún con algo de descontento y confusión de todo lo que acababa de pasar.

Pero eso no sería nada por todo lo que estaba por suceder. Más él no sabía nada.

Movió sus piernas para comenzar avanzar y tener más cerca la mansión, pudiendo apreciarla más, verla mejor y notar más cosas que antes no.

Una vez llegado a la entrada, acercó su mano un poco temblorosa hacía el timbre, era uno simple, con pequeños detalles poco visibles, dándole un toque de elegancia pero simple al mismo tiempo, quien sea que viva allí, tiene un buen gusto para la decoración además de que le da una escencia a la masión.

"Ding Dong"

Fue lo que se escuchó, el ruido del timbre, haciendo entender a las personas de adentro que alguien estaba esperando afuera.

No tenía que ser impaciente, pero vaya que se estaba olvidando no serlo, su desesperación aumentaba, parecía que ya no aguantaría y empezaría a presionar le botón muchas veces seguidas hasta que alguien salga.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2020 ⏰

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