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La ligera brisa fresca golpeaba contra mi rostro, mi pies pateaban las pequeñas piedritas regadas en el verdoso pasto y mi cabeza se ladeaba ligeramente de un lado a otro disfrutando de la agradable melodia proveniente de mis audífonos mientras me balanceaba en el columpio de aquel parque prácticamente desolado. Eran las dos con cuarenta de la madrugada y mi única compañía en aquel vacío lugar era el sonido lejano de los autos pasar, alguno que otro pajaro pasar y la relajante voz de IU que sonaba en mis audífonos.
Mi mirada se mantenía fija en mi zapatos deportivos blancos que empujaban sin mucho esfuerzo el pasto y las piedritas ahí, extrañamente me sentía tranquila y en paz pues sabía que lo que estaba apuntó de pasar marcaría el fin de algo que no sólo me causó daño a mi, causó daño a todos a mi alrededor y era momento de cortarlo de raíz, ahora que podía y debía.
Mis ojos se cerraron lentamente en busca de un poco más de relajación, no me sentía en peligro de poder ser asustada por algún malandrin que pasara por ahí pues mi manager me esperaba fuera de la entrada del parque junto a un guarda espaldas así que por esa parte todo estaba bien.
Un lejano sonido de ramas romperse llegó a mis oídos a pesar de la melodia que resonaba en ellos, sin quitar la vista de mis zapatos lleve mis manos a mis orejas para quitar los audiofonos escuchando al instante los pasos demasiado cerca y entonces finalmente se detuvieron frente mío.
Una ligera sonrisa se dibujo en mis labios y sin mirar a quella persona comencé a hablar.
—No es para nada agradable ¿verdad? —pronuncie sintiendo un ligero dolor en mi garganta, mi pequeña sonrisa aun seguía ahí aún que estoy segura que a kilómetros se podía aprecia lo amarga de esta.
—El tener que vernos a escondidas. —hable bajo pero lo suficiente para que el contrario me escuchara. —Como si estuviéramos haciendo negocios ilegales.
Reí amargamente y levante la mirada a duras penas para enfrentar a la pelinegro frente a mi.
—Como si hiciéramos algo malo que nos llevara a la cárcel ¿No te parece TaeHyung? —añadí
El de piel bronceada suspiro dificultosamente, me miró con una mirada que no supe como descifrar, que no supe entender.
Su cabello oscuro era empujado por la ligeramente corriente de aire que abundaba esa madrugada, sus vestimenta parecía ser igual de abrigadora que la mía y sus manos se hayaban dentro de su gigantesco abrigo que acostumbraba a usar.
—Jeongyeon... —la voz gruesa apenas logró pronunciar antes de que yo lo interrumpiera.
—No. —sentencia con pesadez. —No digas nada por favor. —Y fue ahí donde me odie por usar ese tono suplicante, no quería romperme en ese momento, quería hacer las cosas bien por una vez en mi jodida vida.
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Honey ; kth And Yjy
Fanfiction¿Que tan malo puede resultar el enamorarse de la novia de tu mejor amigo? El amor y el odio son igual de traicioneros, siempre terminan mal y lastiman a todos, pero cuando conoces a quien se adueña de tu alma y corazón, el egoísmo es tu mayor aliad...