fanboy ✦ kooktae

[64] N: Taehyung.

Me costó mucho escribir este capítulo:(  [ de nuevo, si hay algún error: perdón. Me gusta escribir en la madrugada y sabrán que tengo un ojo más abierto que otro. No me hagan bullying como en el último capítulo narrado que puse "pelados" JAJAJSJAJAJJAJ, por que lloro, 1aviso😔 ]

Ora si bai, lean...

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Apenas las puertas del elevador se cerraron sentí un revoltijo en el estómago causándome náuseas. Estaba nervioso, todo era tan familiar a la última vez. Además que no tenía una idea concreta del porque le pedí a Jungkook que nos viéramos, habían pasado dos meses desde entonces y hasta ahora me di cuenta que no tenemos por qué esperar más tiempo por nosotros. Pero mi mente seguía en blanco referente a lo que iba a decirle una vez que lo vea.

Caminé hasta el último pasillo donde se supone que ésta la habitación de Jungkook, como era de esperase el hotel está enorme y yo soy muy torpe. Pero fue un alivio encontrar el número tan rápido, recargué mis nudillos suavemente contra la puerta y di unos golpes. Así de rápido, no quería una sorpresa como la de aquella vez.

Tardó en abrir, pero cuando lo hizo no puede evitar soltar un pesado suspiro cuando su olor me golpeó, siempre olía tan bien que me hacía marear. Lo había extrañado muchísimo.

– Estaba a punto de salir a buscarte. – me dijo agitado. – me preocupó que no respondieras el celular.

– Perdón, me he quedado sin batería.

Asintió, mirando cada rincón de mi rostro poniéndome lo bastante nervioso para apartar la mirada. Pareció reaccionar un momento y finalmente entramos ambos a la habitación. Había dos bandejas de comida sobre la cama y mi estómago hizo ruido, no había comido nada desde ayer en la noche.

– Creí que sería bueno que comiéramos juntos. – lo escuché a mi espalda.

Dios, es tan tierno.

Le sonreí y caminé hasta él para tomar su mano al ver lo inquieto que se veía. Tal vez mi reacción no fue la correcta. – Está perfecto, gracias.

Ambos nos dejamos caer en la esponjosa cama con la bandeja sobre nuestras piernas cruzadas, el sentimiento de nostalgia apoderándose de mi al recordar las tardes en casa que pasaba con Jungkook.
No hablábamos, y sinceramente el silencio era bueno. Pero aún así pensé que un poco de plática no nos vendría mal.

– ¿Has ensayado ya?

– Lo hice por la mañana. – contestó cuando logró comer lo tenía en la boca. – cuando me dijiste que querías que nos viéramos cambie los horarios para tener la tarde libre.

– Tengo un boleto, lo compré hace mucho. Pero, no sabía si iba a necesitarlo.

Se giró a verme sorprendido y solté una risa.

– ¿Irás a verme?

– Si. ¿Te molesta?

– Claro que no, me encanta que estés ahí y lo sabes. – susurró.

Mordí mis labios. Desviando la mirada con las mejillas calientes, seguía logrando que me sonroje.
Cuando terminamos de comer una persona vino por los restos de las bandejas, aproveché para quítarme los zapatos que me estaban matando de dolor y conectar mi celular. Recargué mi cabeza en el respaldo de la cama cerrando los ojos, ¿dónde conseguían esas camas tan cómodas? definitivamente necesito una.

Pasaron unos segundos y no escuché más el ruido de Jungkook en la habitación, llegué a pensar que había salido pero cuando levanté la cabeza me asustó verlo parado frente a mi, recargado en la puerta con los brazos cruzados. Observándome.