Caín es un chico homofóbico que disfruta de molestar a los demás, mientras que LenJi odia a los idiotas.
La gota que derrama el vaso es cuando Caín empieza a molestar a Klanhyun, hermano de LenJi por el simple hecho de ser homosexual, esto ha desata...
No quería abrir mis ojos y enfrentarme a la realidad, lo único que podía hacer era aferrarme a su camiseta...
¡¡¡Pero tenía que hacerlo!!!
Lo empuje justo a tiempo por qué en el siguiente segundo estaba devolviendo toda mi comida y porquería que habia ingerido en el día.
Cuando estaba seguro que había vomitado hasta mis intestinos me incorpore lo más que pude y me atreví a verlo.
El me miraba atónito y durante algunos segundos solo nos vimos a los ojos, abrí la boca para decir algo pero alguien se me adelantó.
-¡Me cago en la puta!- Voltee a ver a la persona que había gritado y me encontré con un chico que tenía un trapo en la mano y un spray de limpia vidrios en la otra mano.- Y creí que había terminado de limpiar - Murmuró por lo bajo.
-Perdón...- Me disculpe pero realmente no me arrepentí, mi estómago se sentía mucho mejor.
Y lo último que espere en este momento era que Caín saliera corriendo, ni siquiera le dedico una última mirada cuando ya había desaparecido entre los callejones que estaban ahí.
- Es un hijo de perra cobarde.- Murmure entre dientes al mismo tiempo que bajaba la cabeza, por alguna razón sentía una presión en el pecho.
-Oye amigo, creo que deberías irte, no te vez muy bien que digamos.- Hablo el chico que había llegado recientemente.
Lo mire abatido y asentí vagamente mientras metía mis manos en los bolsillos de la chaqueta buscando mi celular pero recordé que Ares solo para hacerme enojar me lo quito.
El chico de tez morena me miró confundido un segundo antes de entender mi situación y hacer su boca en forma de "0" para cerrarla un segundo después.
- ¿Quieres que te preste mi celular? - Me preguntó comprensivo a la vez que llevaba sus manos al pantalón donde tenía guardado su celular.
- Oh no, estoy bien. - Lo detuve.- Solo me voy a ir caminando.
El asintió y se iba a dar la vuelta pero me mareé un poco y me pegue con la pared.
- Si claro, estás DEMASIADO bien.- Enfatizó con sarcasmo antes de darme una mano y ayudarme a estabilizarme.
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-Entra despacio... ¡Mierda! Cuidado con el escalón.
Podría jurar que ese chico de tez morena me estaba cargando con uno de sus brazos mientras con su otra mano introducía la llave de su departamento.
Entramos y nos tiramos sobre uno de los sillones más cercanos, el trayecto hará ahí fue corto pero aún así fue agotador para los dos.
Tenía los ojos cerrados, no sabía dónde estaba y tal vez me importaba una mierda eso por ahora.
