I:
Texas, Estados Unidos.
2012
-Necesitamos a la mejor que tengan.- suspiró Simon Cowell, representante legal de la boyband más grande del planeta.
-Todas ellas son perfectas. – respondió la impecable directora con un tono frio, sin sentimiento alguno.
Sterces, era una empresa que se encargaba de formar los mejores guardaespaldas del mundo. Sus servicios eran muy exclusivos, y realmente caros. Era una empresa clandestina, y poca gente realmente conocía sus métodos.
Pero One Direction tenía un problema. Y Sterces era su solución.
Los cinco músicos habían sido amenazados de muerte, por un tal Mr. X, del cual nadie conocía su identidad. Había amenazado con atacarlos en uno de los conciertos más grandes de su,por ahora, corta carrera: el 3 de Diciembre, en el Madison Square Garden, la arena más grande del planeta.
A pesar de que no sabían a ciencia cierta si ese tal Mr. X iba a atacarlos o no, Simon decidió no correr ningún riesgo.
-No dudo que todas sean buenas, pero necesito la mejor.- repitió, casi perdiendo la calma.
En cambio, la directora, rió. Era una risa seca, sin gracia.
-Elena.- llamó. Su asistenta, se acercó a ella. – Tráeme a la número 8654.
Los cinco cantantes la vieron salir literalmente corriendo y hablando por un pequeño micrófono que llevaba colgado en el cuello de la camisa. Pasados unos minutos volvió, con una chica vestida con una camiseta de tirantes y unas mallas que se ajustaban a sus delgadas piernas. La chica era hermosa, pero su sonrisa era malévola.
Louis Tomlinson pensó, acertadamente, que esa chica iba a traerles problemas.
Niall Horan, pensó que la chica era linda.
Harry Styles, aún no dejaba de mirar a la secretaria, que no estaba fatigada ni parecía cansada por la carrera.
Liam Payne, escuchaba atentamente a la directora de Sterces, que se lanzó a describir cuales iban a ser las obligaciones de su nueva guardespaldas.
Y, por último, Zayn Malik, miraba a la chica. O más bien, le sostenía la mirada ya que ella no había dejado de observarlo desde que entró, aún con esa diabólica sonrisa pintada en su cara.
-...y por último, ella puede obtener una sola cosa de vosotros. Es decir, ella pondrá una clausula más en su contrato. Cual será esa condición, dulce?- preguntó la directora, mirando por primera vez a la rubia quien, sin apartar la mirada del moreno, respondió:
-Lo quiero a él.- dijo señalándolo.
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Hey! Espero que os guste esta nueva historia, solo soy una fan más escribiendo una historia más sobre mis idolos, así que... como todas, espero que dejeis comentarios sobre si os gusta o no.
Nos leemos,
thefaultinouridols.
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Sterces. {Zayn Malik}
Teen FictionEl dolor solo es lo que tu permites que sea. - una voz le dijo. Y ella debía aprender a controlar el dolor.