VIII🔆

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Zahara Smith.

No se en que maldito momento se me ocurrió besar a Scott o principalmente hacer lo que Dani planeó.

-¿Así que soy eso?, un maldito ligue.

-Zahara, no me mal intérpretes.

-¿Qué no te mal imprente?- Se mantiene en silencio.- ﹰMe voy de aquí, muchas gracias Scott.

Me bajo de la estúpida roca donde el me puso, en el proceso siento como el filo de la roca roza la piel de una de mis piernas, pero sigo delante hasta que cuando paso por el lado derecho de Sarah me retiene el brazo y habla.

-Te lo dije Zahara, aléjate.

Me suelto con brusquedad de su agarré y sigo caminando hacía la orilla y al llegar veo como Dani y Dylan se acercan.

-Nos vamos, Dani.

-¿Qué pasó?-Pregunta Dylan.

-Nada.-Dice Dani.-Vámonos.

Tomo mi malla, mi short, y las llaves del auto de Dani y me siento en el copiloto a esperar que ella venga. Veo que toma las toallas que trajo  para nosotras y a la vez sonríe y habla con Dylan, cuando ya emprende viaje al auto Dyl la agarra y la besa. Despego la mirada. Mientras me besaba con Scott, por un momento pensé que todo iba ser distinto, se repetía en mi cabeza, “Todo será distinto”. Y vaya que tenía razón.

Dani entra al auto y suspira, para luego mirarme.

-¿Amanezco en tu casa?

-Si me quieres aguantar.

-Obvio, quiero que me cuentes, el porque de esa cara de “Quiero llorar”.

-¡Yo no quiero llorar!

-¿Segura?

Pues realmente me sentía muy mal, pensé que todo iba a hacer mejor, ¡No peor!

-Creo que me ilusione demasiado.

-Me cuentas en la casa.

-¡Todo es tu culpa!

-¿Mi culpa?

-Sólo hice lo que me dijiste.

-Te dije que vayas a hablarle. ¿Eso hiciste?-Alza una de sus cejas a la vez que pregunta, luego de un largo silencio de mi parte habla.- Eso creí y me cuentas cuando lleguemos.

Se pone en marcha y ya no se que pensar, así que recuesto mi cabeza en el cristal de la ventana y me quedo dormida. Ya al llegar Dani me despierta y estamos acostada en mi cama boca arriba esperando a que una de las dos hable.

-¿Me contarás?- suspiro.

-Lo besé.

Se queda calla, por un momento pensé que se desmayaría, cuando de pronto la muy sínica, se ríe a carcajadas.- ¿Y que? Saliste corriendo porque lo… ¿besaste?

-¡Claro que no! ¡Estas loca!

-¿Y que pasó, entonces?

-Después llegó Sarah y el dijo a los 7 mares, que yo era un ligue.

-Yo diría que el era tu ligue.

-Dani, por favor.

-Esta bien.

-Se sintió feo, porque pensé que…

-Atreves del beso iba a fluir algo.-me interrumpe.-Que tal si dormimos y ya luego mañana, cuando tenga la mente mas fresca hablamos más profundamente el tema, ¿si?

-Me parece estupendo.

No dormí la noche entera pensando en que haría si lo veo este fin de semana o mejor, el lunes en el colegio, lo mejor de todo es que ahora compartimos la mesa.

Veo la hora en el celular, 6:30 am, siento la puerta de mi cuarto abrir así que me tapo con la sábanas, pero no tanto para poder ver quién es, y que hace, en mi habitación nunca ha entrado nadie en las noches y a incógnitas, bueno ya es de mañana pero da igual, al fin y al cabo no puedo a apreciar quien es, en mi habitación la iluminación es poca debido a las gruesas cortinas negras sobre las ventanas,  pero un acto da a conocer el personaje, y es que como cada noche que mi padre esta aquí siempre me deja una barra de chocolate, mi rendición.

Veo como “papá” deja esta vez dos barras y luego sale por la puerta, desde que paso lo de mi operación el siempre lo hace, aunque sólo lo cache cuando tenía 12 años, luego nunca puede volver a verlo, hasta ahora.

Cuando sale de la habitación, voy al baño a lavarme los dientes e ir a buscar a Dyl, ¿Por qué?, pues porque si, si no puedo dormir pues lo levanto, hoy no puedo esperar a la hora de ir a colegio porque no voy, porque es fin de semana.

Al llegar a la habitación de Dyl veo la maldita habitación toda organizada se supone que el tendría el desorden y yo el orden, pero no me culpen, arreglo y arreglo y las ropa nunca se acaban, creo que regalaré.

Me acerco a la cama, Dylan esta acostado boca a bajo y con la espalda descubierta, luego esta tapado con las sábanas pero lo mas seguro es que este en boxes. Me acerco y me acuesto a lado suavemente y me cubro con las sábanas y ya acomodada digo.

-Mi hermano es el más guapo.- y abre los ojos, rio, Dylan siempre a tenido el sueño liguero.

-Ya lo se,- dice con voz ronca.- ¿Y Dani?

-Durmiendo, ¡No esperéis a tu Julieta, Romeo! Ha de caer en un sueño bastante profundo.

-De hacer así mi bella hermana,-Se pará en la cama.-Yo ser quien despertarla.

Carcajeo.- Hablaste como un cavernícola, idiota, pero ¡Quiero ver como tu has de despertarla!

-Síganme los buenos.

Salta de la cama y se va por la puerta, me levanto corriendo, tropezándome con la sábana que yo tire, pero sigo corriendo hasta llega a mi habitación donde, Dyl me hace seña de silencio y veo como se acerca a Dani se acuesta sobre ella y sujeta sus manos luego de quitarle un mechón de cabello de la boca. Quiero explotar pero mas tarde Zahara, ya viene lo bueno.

Se acerca a ella y une sus labios, Dani instantáneamente abre sus ojos y es allí donde ya no puedo más y me rio como nunca, Dani le pega a Dyl y están es su gran pelea de enamorados, pero mis ojos ya están en otro lado. La cortina negra esta echada así atrás dejando ver como Scott y Sarah hablan muy pegados en la habitación de la otra casa, me acerco a la cortina antes de que se besen y la cierro.

-¿Tu abriste la ventana, Dani?.

-Si,- dice mirando y tratando de deducir que hago allí.- Le hacía falta luz.

-Esta cortinas no se abren en las mañana.- en las tardes Scott y Dylan siempre salían.

-Esta bien.

-Siempre a tenido esa maña rara.-dice Dyl.

Tras paso la habitación y llego a al puerta- ¿Pedimos algo de comer?



















Es Cuestión de Ser Feliz.🔅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora