NARRA CARLOS
-Despierta hijo- dijo mi madre al entrar a mi habitación y abrir mis cortinas –hijo, se nos hará tarde, despierta- mire de reojo al reloj que se encontraba sobre mi pequeña mesa de noche y leí.
-(Apenas son las cinco de la mañana)- pensé para mí mismo y aun acostado mire a mi madre –esta temprano mama- le dije y ella me miro enojada.
-Ya sabes que el viaje a Maidstone es largo hijo, si salimos a las 6:30 estaremos allí a la tarde- dijo ella quitándome las cobijas con las que me arropaba del frio –arriba hijo, tu desayuno te espera.
Me levante sin ganas, ¿a quién le gustaba que lo despertasen temprano?, no creo que ni un ser vivo le guste eso; tome mi toalla y entre al baño para darme una ducha tibia ya que hacia frio, pero el agua tibia me ayudaría a mantenerme despierto, en realidad tenía mucho sueño.
Al salir me coloque un pantalón en jean ajustado y una camisa de color blanco y sobre ella mi abrigo, todo con unas converse negras de cordones blancos; después me aplique perfume y tomando las cosas que necesitaba en el viaje y una mochila con ropa de cambio naje a desayunar.
-Espero estés preparado hijo- dijo mi padre y sonreí aun con sueño, en realidad solo quería subirme al auto a dormir, del viaje regresaríamos el lunes para que al día siguiente yo pueda asistir a mi último año.
-Claro que si papa pero tengo sueño- dije y todos reímos, siempre era el que más dormía, eso era sagrado para mí.
Después de desayunar, me termine de arreglar y a las seis menos 30 exactas salimos en el carro, hacia frio, sabía que el viaje seria largo así que coloque mis audífonos y al momento quede dormido.
Horas después nos detuvimos para almorzar en el restaurante de un pueblo, donde mi padre y madre hablaban sobre el trabajo de mi papa, yo en ocasiones les colocaba cuidado ya que estaba viendo un video en mi celular.
-Hijo, ¿me escuchas?- pregunto mi padre sacando mi atención de la pantalla de mi teléfono, yo solo negué con la cabeza –te preguntaba, ¿si ya sabias que querías estudiar en la universidad?.
-Aún estoy pensando, tal vez esté bien estudiar leyes o Administración- dije mientras le daba una mordida a mi carne.
-Tienes que saber bien que vas a hacer, no quiero que dejes de estudiar hijo- me dijo y sonrió junto a mi madre y yo asentí, la verdad solo mentía, no sabía qué hacer y era una de las cosas que más me abrumaban de este año, elegir que hare con mi vida.
Después de almorzar, regresamos al auto aun nos faltaban unas 3 horas para llegar a Maidstone, pero ya había dormido lo suficiente, seguía escuchando música con mis audífonos mientras admiraba el paisaje desde la ventana; así seguí en las últimas horas del viaje antes de que llegáramos a la ciudad en donde vivía mi abuela.
Apenas llegamos, observe como había cambiado desde la última vez que había estado en el lugar, algunos edificios más altos, las calles más bonitas, todo se veía mucho mejor en serio era muy bonito.
Por un momento íbamos pasando al frente de un centro comercial y desvié un poco la mirada observando a un chico que llevaba abrazada a una chica por su cintura; el tenía unos ojos verdes con un cabello rubio y corto, por un momento nuestras miradas se conectaron por una fracción de segundo alejándome luego del chico.
-(Esa mirada era interesante)- pensé para mismo, minutos después ya estábamos en la casa de mi abuela, la cual se alegraba de tenernos allá por el día de mañana., debido a que era su cumpleaños, normalmente lo celebrábamos en otro lugar, pero ella había enfermado y no podía viajar así que este año tocaría aquí.
ESTÁS LEYENDO
HUNDIDO EN LO PROHIBIDO
Teen Fiction"El destino y el amor, una mala combinación" Jonathan y Carlos, son dos chicos que no tenían ni idea del otro, un día se vieron, después se encontraron, luego se odiaron, seguido se protegieron y finalmente se amaron. Pero no es así de sencillo, ell...