--->LLEGADA: ODIO<---

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NARRA CARLOS

Al día siguiente desperté con un gran dolor en mi espalda, las marcas de los golpes eran más notorios, me ardía la cara, en la que por suerte no se veía tan lastimada, salo algunos rasguños, sería fácil mentir por lo que hicieron esos tipos.

Esa mañana hacia mucho frio, así que después de bañarme, me coloque una ropa casual, con abrigo que calentaba mucho, mis padres ya no estaban en casa, siempre entraban a trabajar temprano, y hoy había decidido ir caminando a la escuela, por lo que salí más temprano.

Al llegar a la escuela saque algunos libros del casillero y me dirigí al salón de clases y me senté en el lugar que me gustaba, minutos después llego Mike y se sentó a mi lado, sorprendiéndose al ver mi estado.

-Vaya amigo, ¿qué te ha pasado?- dijo mirándome con expresión de dolor en su rostro.

-Solo son unos rasguños Mike- le dije y abrió los ojos enojado.

-¿No me digas que el idiota de Josh te hizo eso?- me pregunto en forma de regaño.

-Ya sabes que no puedo mentirte- le dije en forma de respuesta y volteo la cabeza enojado maldiciendo por lo bajo.

-Te juro que si lo veo tratándote de hacer algo de nuevo lo mato- estaba enojado, siempre se ponía así cuando estas cosas pasaban.

-Sabes que nunca lo harás- le dije y reí un poco pero él se veía más enojado.

-Esta vez te dejo mucho más mal que la vez pasada, no es de reírse- dijo enojado –la próxima podría matarte y no permitiré nada de eso- en ese momento llego Ángela y al mirarme entendió de inmediato lo que paso.

-¿Donde esta ese idiota?- pregunto de inmediato al verme y mirando a todo el salón de clases, que ya estaba lleno de estudiantes.

-¿No creen que están hacen drama por nada?- les dije y los dos me miraron.

-Mírate en un espejo Carlos- me dijo Ángela regañándome -¿crees que eso es nada?- me pregunto ella.

-Es mejor no echar más leña al fuego- dije yo –cuando pueda le daré su merecido a ese cabron- les dije para luego suspirar –no quiero que se metan en problemas- los dos se quedaron callados y tomaron bien sus asientos.

El día transcurrió más normal de lo que esperaba, era la hora del almuerzo y nosotros estábamos sentados donde siempre nos hacíamos.

-¿Si escuchaste que van a abrir una empresa nueva en Manchester Mike?- los padres de Ángela y la madre de Mike trabajan en la misma empresa, por lo que he sabido se hicieron amigos por eso.

-Sí, si lo escuche, mi madre me dijo que a los que asientan el próximo mes los mandaran a la otra empresa, por lo que se en Manchester se vive bien- dijo Mike, yo me quedé sorprendido mirándolos ambos.

-Ósea que- mordí un pedazo de mi sándwich y ellos me miraron -¿Si a sus padres los ascienden tienen que irse a Manchester?- les pregunte.

-Lo más probable es que si, pero- Ángela tenía la boca llena –mis padres dijeron que no creen que los asciendan.

-Mi madre tampoco, dice que hay muchos que se lo merecen más- dijo Mike y suspire con un poco de alivio.

-Donde me dejen solo este último año, están muertos- todos reímos por lo que dije.

-Oh vaya, ¿le rompiste la nariz?- pregunto Ángela.

-¿A quién?- pregunte confundido.

-A Josh- dijo Mike –viene en dirección a esta mesa.

HUNDIDO EN LO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora