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"Despertar"

Vaya noche de perros, pensaron ambos, pues aparte de que el estadounidense siempre dormía en cama grande -Y tenia la costumbre de acapararla toda- El chino por su parte, le había caído mal la comida y tuvo gases toda la noche, algo que fue bastante incómodo para ambos.

Era un nuevo día, el sol se asomaba por sus ventanas y los pájaros cantaban una hermosa melodía. sin embargo aunque ese día en especial fuese lindo, para ellos había empezado de la peor manera. 

La mitad del cuerpo del americano estaba fuera de la cama, teniendo un rastro de saliva en la comisura de sus labios,el de tez roja se encontraba en el piso y su pierna derecha aun en la cama para finalmente tener al peluche del americano en su cara.

Pero todos sabemos algo... La vida de casados es horrible y en este caso, las mañanas con gritos eran lo más común en el día a día de estos dos.

China- ¡ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, LEVANTA TU CULO A LA YA!

El aturdido estadounidense gracias al grito y que despertó de golpe termino por caerse de cabeza contra el piso, soltando un quejido de dolor para seguidamente ponerse de pie lentamente.

USA- ¿Que quieres? -Pregunto mueves se sobaba la cabeza-

China- ¡Tu jodido peluche estaba de mi lado de la cama!

"Hora del baño"

Un chino se estaba bañando con agua fría en el baño de invitados, mientras que al mismo tiempo, el estadounidense se bañaba en la tina que tenía su cuarto con el agua a una buena temperatura. así era como el estadounidense le había castigado por gritarle de mala forma sin siquiera haberle deseado los buenos días primero.

"Desayuno"

Seguido de eso, era la hora de desayunar, quien cocinaba era el de cincuenta estrellas; mientras que el asiático veía a través de una tableta las noticias más recientes; al mismo tiempo que tomaba un poco del té que le fue preparado con anterioridad. Por el momento todo estaba callado, pero la verdad es que sabemos que mantenerlos de esa forma por al menos cinco minutos es una misión imposible.

China- Más te vale que te apures, tengo hambre y debo salir a trabajar. Cuando vuelva espero que la comida ya este lista.

USA- ... Te voy a decir algo que me dijo una vez Argentina... ¡Cállate la reconcha de tu hermana! ¡Ortiva de mierda!

China- ¿¡Cómo te atreves a hablarme de esa manera!?

USA- ¡No soy tu jodido esclavo!

"Junta"

ONU- Me hacéis el favor y se sientan juntos, la boda no será en mucho tiempo y su compromiso debe ser lo más rápido posible. ¡En el mejor de los casos sus economías subirán monumentalmente! ¡Deberían estar muy felices!

Y ahi estaban todos, viendo al pobre de China con una cara de pocos amigos y al Estadounidense que por poco y se le caian los lentes.

Francia- Tampoco es para tanto, no los vamos a obligar a coger

USA- ¡Pues tramitare un jodido divorcio cuando me casen!

UK- Pues los casamos de nuevo
-Hablo de forma calmada mientras leía un periódico-

USA- Pues a ver quien se cansa primero

Mexico- Uyy, que eres puto dice

"Hora del relax"

USA- La verdad, en la mudanza olvidaron a mi gata, así que la e traído

China- ... Se puede saber, ¿Qué es eso? -Señalo de mala manera al pobre gatito-

Era un gato grande, de pelaje blanco como la nieve, y un ojito azul brillante, porque si, solo tenía un ojo. Esa era la razón por la que el americano le había abierto sus puertas a ese gatito que llegó maullando hasta su puerta en medio de una ventisca.

USA- Lo recoji cuando estaba en Rusia, tego una casa allá, URSS y yo somos muy amigos, Rusia fue quien me aviso y yo lo metí, el dijo que no podia cuidarlo porque México le había regalado un cuyo de mascota, así que termine quedandomela yo. Es linda

La minina se restrego en el brazo del asiático mientras ronroneaba y le miraba con su único ojo de forma dulce.

China- Bueno... El animal no tiene la culpa de tener un dueño tan feo -Con delicadeza tomó a la felina, colocandola en sus piernas y finalmente acariciendole el cuello con una pequeña sonrisa-

El estadounidense sonrió y a gatas se acercó hacía las piernas del contrario, sin ninguna mala intención y con una gran sonrisa, acariciaba la cabeza de la gata que gustosa recibía cada uno de los mimos que le eran dados. Por otro lado, el gigante asiático  daba gracias a que ya fuera rojo, porque sino el rubor de su cara hubiese sido realmente evidente. No podía dejar de mirar las grandes caderas de su prometido, parecían encajar con sus manos y gracias a que se encontraba a una distancia prudente del otro, sus ojos eran visibles, unos ojos amarillos realmente brillantes y lindos.

USA- ¿Que tanto me ves?
-Pregunto con gracia-

Ambos se miraron y a los ojos del Chino, la situación no se podía poner peor.

"Por Dinero y Familia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora