離れる Loave || Renmin

の尺

Llego la hora.
Fue la vez que más odio que el tiempo pasara lento, sentía como si un minuto fuera la eternidad misma.
Vió por milésima vez el reloj que se encontraba colgando en la pared de la cafetería
y marcaban las 21:52.
Tomó sus cosas lo más rápido que su cuerpo lo dejaba y partió a su punto de encuentro.

Sentía que sus piernas iban a dejar de responder en cualquier momento mientras caminaba.
Era la primera vez que se declaraba a alguien, siempre había reprimido sus sentimientos, pero gracias q las palabras de Jeno, se animó a hacerlo.

Ya sé que tu respuesta es un rotundo no,
solo que, pretenderé no saberlo...
Todavía no puedo rendirme ante ti.
No hasta que no salgan las palabras de tu boca.

Yo no puedo renunciar a ti...

Después de haber caminado unos minutos, llegó al puente.
Decidió reunirse ahí, ya que por las noches se iluminaba y daba una vista muy bonita y agradable.
De verdad le gustaba mucho ese lugar.

Al tanto de unos minutos de que llegó ahí, se percató de una mirada directamente encima de él.
Intentó buscar a alguien que tuviera su mirada en
el, y lo descubrió.

Jaemin estaba parado a unos tres metros de él chino, lo estaba mirando con una sonrisa dibujada en su rostro.
Era esa sonrisa que a Renjun le encantaría ver todo su día a día.

Una radiante, hermosa y ligera sonrisa.
De esas que ves y te dan ganas de sonreír también.

Renjun tomó la iniciativa, intentando esconder sus nervios.
Se acercó un poco más a Jaemin,
quien estaba apoyado en el puente
con su mirada fija en el.

— Hola... Soy- —No alcanzó a terminar.

No podía dejar de mirar a tal belleza que tenía delante de sus ojos, nunca pensó que podría estar con el, nunca antes se había armado de valor para hablarle, solo lo miraba de lejos.

— Huang Renjun —Dijo el menor, para luego reír bajo. Renjun quedó sorprendido al escuchar como salía de la boca de Jaemin su nombre—. No soy estúpido. Me di cuenta que eras tú, por tu nombre sin vocales.

— ¿Me conoces? hay varias personas en el instituto —Preguntó el chino, apartando tímidamente la mirada de Jaemin, para mirar el río que estaba bajo suyas.

— Conozco a solo los que me llaman la atención —Dijo con confianza, con su hermosa sonrisa en su rostro, haciendo que las mejillas de Renjun se tornaran de un color rojo fuerte—. Bueno, ¿qué querías decirme?

Renjun miró a Jaemin confundido.
¿Cómo no iba a saber que se quería confesar? ¿Cómo iba a saber su nombre pero no iba a saber sobre lo que le iba a decir?

—Ah... Eso, bueno, es algo lo cual lo he estado soportando durante mucho tiempo, y creo que ya es hora de decirlo —Jaemin miró con confusión a Renjun, aunque mantenía su pequeña sonrisa— Me gustas... Mucho, tal vez... Demasiado, pero... ーHizó una pausa y empezó a jugar con sus manos de los nervios—. No quiero seguir ilusionado —Soltó al fin.

Sintió un peso irse de encima, pero a la vez tenía otro que era lo que Jaemin le respondería.

Hubo un silencio por bastantes minutos.
Renjun sostenía su respiración agitada gracias a que su corazón iba a mil por hora, mientras esperaba la respuesta por parte del menor.

— Por favor, dime si es un no,
dímelo honestamente —Murmuró Renjun,
mientras seguía jugando con
sus manos. No se atrevía a mirarle
los ojos a Jaemin.

— Renjun, yo-

— Esto puede empezar o terminar hoy. Es algo que tendrías que decidir con tus palabras... —interrumpió Renjun, no quería escuchar lo que Jaemin tenía para decir, y dijo cualquier cosa para intentar evitar que alguna palabra saliera de su boca.

— ¿Podemos hablarlo en mi casa? —Murmuró Jaemin. Su cara ya no tenía su sonrisa característica y su voz se podía escuchar más seria y apagada.

Renjun estaba confundido.
¿Por qué no podía responderle ahí mismo?

— ¿Por qué no puedes aqui? hay buen clima y linda vista —dijo Renjun, todavía sin mirar a Jaemin.

ー Necesito tiempo.

Huang Renjun accedió finalmente.
Comenzaron a caminar, Jaemin estaba por delante de él y Renjun estaba un poco más atrás.
Todo el trayecto a su casa fue silencioso, ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, era realmente incómodo, pero no sabían que decir.

Renjun sabía cosas de Jaemin, pero tampoco estaba obsesionado con el. Había cosas que no sabia como por ejemplo; su dirección.
Parecía que no quedaba muy lejos del puente, pero igualmente, estaba super cansado.

Llegó un momento en el que Jaemin sacó se sus bolsillo una manojo de llaves, y comenzó a buscar la que se suponía que era de la puerta principal. Cuando la encontró, miró hacia su alrededor y se dirigió a una casa, no muy grande, era normal y tenía vibras de ser muy acogedora.

Cuando llegaron, Jaemin le dedicó una sonrisa a Renjun y lo invitó a pasar.

— ¿Quieres algo para beber? —Le ofreció Jaemin a Renjun.

Renjun sólo estaba admirando
la decoración de la casa del menor,
hasta que por fin reaccionó.

— Oh, si... Lo siento, un vaso de agua si es posible, gracias —Sonrío tímidamente hacia Jaemin, lo cual este hizo lo mismo mientras se dirigía a la cocina.

— Siéntete como en casa Renjun, toma asiento, tranquilo, no muerdo —Bromeó Jaemin, mientras venía con el vaso de agua, intentando calmar a Renjun, quien se veía tenso.

— Claro, claro —Respondió Renjun, y se sentó en el sillón largo que estaba al centro de la sala—. Y... ¿Por qué querías que habláramos aquí?

— Ay Renjun... No te hagas el inocente, cuando ninguno de los dos lo es —Habló Jaemin, su voz se había tornado más ronca y grave.

Renjun no entendió a lo que Jaemin quería llegar ¿Por qué decía que el no era inocente?
¿Hizó algo malo?

Tomo el vaso que Jaemin le había dado con agua, y le dio un sorbo. Luego vió como Jaemin se acercaba a él y como todo comenzaba a tornarse borroso y confuso.

¿Creen que Jaemin acepte a Renjun?

Gracias por leer.
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¡Nos leemos pronto!