𝙑𝙄𝙄𝙄. 𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙨𝙞𝙩𝙮

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     Para el primer día no entendía nada, se había quedado en la puerta hasta la madrugada esperando ver una cabellera negra brillante en medio de la oscuridad acercándose a él, moviéndose entre los tejados de las casas vecinas en medio de la noch...

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     Para el primer día no entendía nada, se había quedado en la puerta hasta la madrugada esperando ver una cabellera negra brillante en medio de la oscuridad acercándose a él, moviéndose entre los tejados de las casas vecinas en medio de la noche, grácil y ligero como era el ángel en toda su forma.

No sucedió.

Para el segundo día hizo lo mismo, no se movió y espero a que regresara en cualquier momento, Taehyung se llenó la cabeza de posibles escenarios en los que su ángel aparecía, traspasaba la pared y le permitía ver su imagen de nuevo, escuchar su voz y ver su sonrisa. Solo habían pasado horas desde la última vez que lo escuchó, pero juraba que empezaba a borrarse de su mente de a poco pero con gran velocidad, como si algo lo forzara a olvidar. Pero no sería tan fácil, Taehyung era obstinado.

Los días siguientes no cambiaron, o bueno sí un poco. Taehyung se tuvo que resignar a volver a la vida gris y triste que no sabía que tenía antes de conocer al ángel de cabellos oscuros y piel de porcelana. El ser más increíble del universo, estaba seguro, y no solo porque fuera distinto, a estas alturas juraba que incluso si fuera un simple humano como él, Tae lo vería con los mismos ojos asombrados y anhelantes.

Pero no lo veía más y ya había pasado una semana entera.

En ese tiempo inevitablemente su cabeza se había colmado de ideas y teorías sobre qué había sucedido, cuál había sido la variable. El día que dejó al ángel en su casa, ¿se fue mal? ¿Malinterpretó su mal humor? ¿Taehyung fue quien hizo algo malo? La única palabra que repetía era esa porque no veía nada más, todo se hacía negativo, oscuro y tormentoso si no tenía la luz de su ángel con él, incluso los pensamientos en su mente.

¿Y si ya se había aburrido?

Quizás y la vida que habían empezado a compartir no fue suficiente, los días de visitas a lugares simples en la ciudad no bastaron, las noches en vela de películas acompañadas de conversaciones entre bromas tampoco, ni las comidas entretenidas que llenaban el ambiente con calor de hogar. ¿Nada de eso había sido suficiente para impedir que el ángel se marchara?

¿O lo había arruinado Taehyung? ¿Se le habría notado lo que empezaba a sentir?

El suspiro que se escapó de sus labios terminó mezclándose con el viento, una suave brisa que, para lo débil y agotado que se sentía el humano, podría terminar por empujarlo al vacío.

Sentado en el borde de la azotea que había visitado hacía más de un mes el día que su vida cambió por completo, un Taehyung balanceaba las piernas con la cabeza en alto porque con tristeza y todo, tenía que seguir mirando al frente, cualquier cosa, una mancha en el horizonte, una figura blanca flotante, cualquier indicio de que su ángel estuviera allí afuera. La rutina de los últimos días desde que se había quedado solo.

Días entre prácticas por horas, clases y comidas frías y simples, ya sin ánimo ni para visitar restaurantes especiales que solo le recordarían cuán tonto tenía que ser para sentirse morir nada más porque le faltaba alguien que no conocía el tiempo suficiente para que fuera merecedor de todas sus noches de insomnio, preocupación y días grises. Pero hey, lo estaba intentando.

𝘼𝙉𝙂𝙀𝙇 ;  𝘛𝘢𝘦𝘫𝘪𝘯 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora