26 de Enero de 2010.
Vomito, lágrimas, un baño y un cumpleañero medio inconsciente .
Para todos los que rodeaban a Jungkook, era una bomba que uno de los estereotipos de "fuck boy" como él cumpliera 18. Ya no iba a ser un niño. Esto eran las ligas mayores.
Ahí rodeado de gente que lo consideraba el alma de la fiesta, de chicos y chichas que perfectamente se irían con él si se los pidiera, y muchas sustancias ilícitas para la mayoría de los adolescentes presentes, la vida nunca la sintió tan solitaria.
Jungkook era el típico maldito que simplemente se comportaba como un patan porque la vida lo había tratado como la mierda, por ende, no quería nada más que joder todo, desde desconocidos hasta sus calificaciones.
Amaba a sus amigos verdaderos como Yoongi y Jimin, quienes siempre se esmeraban en hacerlo sonreír y brindarles su cariño de alguna forma. El único detalle fue que ellos estaban enamorados el uno del otro. Así se dio cuenta de que no quería ser un mal tercio, y menos un estorbo para que sus amigos fueran felices, ellos no tenían la culpa de su tendencia a destruir toda pista de felicidad, que es como él llamaba a su método de vivir.
No se permitió el egoísmo de joder a sus queridos de esa manera, ni siquiera a su madre. No hasta que llegó él.
—Oh por dios. Mierda. ¿Me escuchas?— un castaño abrió la puerta del baño para encontrar a un chico casi inconsciente en su vomito y automáticamente se lanzó hacerlo reaccionar.
El incómodo Taehyung sólo quería ir al baño para safarse de la fiesta a la que su primo Jin lo arrastró. ¡Ni siquiera sabía quién estaba de cumpleaños! Se preguntó todo el camino qué tan descortés era no comprarle un regalo al festejado, sin saber que el dichoso iba a ser rescatado por él mismo de ahogarse en su vomito.
El alma le volvió al cuerpo cuando pudo ver que el chico borracho sí tenía pulso.
—Si Taehyung ve con tu primo Jin a la fiesta de sus amigos, te divertirás, el horóscopo dijo que hoy conocerías al amor de tu vida y serían felices para siempre como en los doramas, debe ser una señal. — Refunfuñaba con sarcasmo el mismo castaño que limpió a Jungkook como pudo y ahora lo arrastraba a una de las habitaciones para que descansara.
Una vez que acostó al chico de pelo negro, pudo notar lo hermoso que era; labios finos, nariz muy tierna, piel bastante pálida, y para qué hablar de sus músculos. Definitivamente podría ser un idol si quisiera. Eres un depravado Kim pensó Tae al darse cuenta de que se comía con la mirada al chico borracho.
Dada su experiencia con las fiestas, pensó en la última vez que tuvo que cuidar a su amiga Jennie y ella se hubiera muerto ahogada en su vomito si no hubiera sido porque Tae la movió. No tenía opción de irse.
Será una larga noche— pensó el lindo chico que se acostó a un lado del cuerpo inmóvil. No tenía nada qué hacer así que se puso a leer wattpad y actualizarse con los fanfics, mientras abajo seguía la melodía de los parlantes.
A la mañana siguiente Jungkook sintió que algo era distinto.
No sabía precisamente si era por un cabello sedoso que se colaba en su cuello, o por el olor a durazno que lo invadió. Más bien por su cabeza que se sintió cómo si la hubieran apaleado sin piedad.
Es curioso, el chico que lo abrazaba cual Koala no se parecía en nada al tipo de chico con el que se liaría, vaya si fue una noche rara pensó el pelinegro. Seguido pudo contemplar mejor como unos par de ojos hinchados- acompañados por el más delicado rostro- se abrían para mostrar una nueva sensación en su vida.
En ese instante, Jungkook se permitió ser egoísta.
Lo que no sabía es que ese egoísmo, no sólo iba a afectar a la persona que más ha amado, sino a él mismo y como nunca.
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8teen- kooktae
FanfictionTe he amado desde que teníamos 18 •Inspirada en 18 de One direction. •kooktae uwu