ㅡ I do promise. [moonbyul x solar]

7.

Yongsun y yo llevábamos casi una semana sin hablarnos. Nos habíamos estado evitando por mucho que ambas sintiesemos remordimientos y quisieramos pedirnos perdón. Supongo que ambas tenemos mucho orgullo.

Yo seguía dándole túpers con comida todos los días. Los dejaba en una silla y me iba. Mi enfado no podía hacerme romper una promesa.

La verdad no sabía que pasaba con esa comida. No sé si el orgullo de Yongsun le permitía comérselo o se lo llevaban los de limpieza, en cualquier caso, no estaban el día siguiente.

Hoy era un día muy caluroso, por lo que le preparé kimbap. Era fresco y delicioso. Lo guardé en un tuper con cuidado y fui hacia la compañía. Entré y me dirigí a recepción. Min Jiwoo era el nombre de la recepcionista, estaba ahí todos los días y necesitaba saber algo.

ㅡUnnie.- dije acercándome.

ㅡDime.-

ㅡUhm, ¿de casualidad sabes que ocurre con mis tupers?-

ㅡNo lo sé, yo acabo el turno poco después que te marches.- dijo con una mueca.

Suspiré mirando el tuper y me dirigí al asiento en el que lo dejaba siempre. Lo coloqué con cuidado.

Entonces escuché una voz familiar.

ㅡMoonbyul.- dijo.

Yo me giré sabiendo perfectamente quien era.

ㅡ¿Yongsun?-

Ella se acercó poco a poco mirando al tuper.

ㅡDeja de traerme comida, ya te lo dije.- me dijo en un tono calmado y sin expresión alguna. Seguía mirando a la comida.

ㅡDeja de pedirme eso.- dije en tono firme pero calmado, mirándola a ella.

Ella me miró algo confusa, como sin entender cómo algo tan fácil podía serme tan dificil.

ㅡ¿Por qué?- preguntó frunciendo un poco el ceño.

ㅡPorque me duele. No me gusta que la gente desprecie mis promesas. Preferiría que te aprovechases de mí a que me ignores y me pidas alejerme.- contesé.

Ella se quedó de piedra y sin palabras (o, al menos, no dijo nada). Agarró el tuper y apartó la mirada.

ㅡTampoco te he ignorado en ningún momento, Byulie.- soltó.

La miré interrogante y ella me miró a los ojos.

ㅡ¡No me mires así! Llevo comendo de tus tupers toda la semana, ¡lo juro!- soltó hablando más alto que antes, como a la defensiva.

Suspiré y me giré hacia la puerta.

ㅡAdiós, Yongsun, ten un buen entreno.- dije justo antes de salir del edificio.

● ● ● ●

Unas horas más tarde, recibí un mensaje suyo;

"Gracias por seguir preocupándote, Byulie. El Kimbab estaba muy rico."

Lo miré y una onda de alivio me llenó el alma. Pronto, me llegó otro mensaje.

"Deberías audicionar en mi empresa, les vendría de fábula tu talento."

Me quedé de piedra durante unos segundos mientras analizaba el mensaje. Decidí mejor llamarla, no tardó mucho en contestar.

ㅡ¿De qué hablas, Yongsun?- solté.