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La dura verdad y una cruel perdida.

Diana no sabia como reaccionar ante la confesión de su padrino, como haría para decírselo a Nick, su cabeza dio vueltas toda la noche, si a mucho pudo dormir hora y media, no tenia idea de como abarcar esa conversación con su compañero de trabajo, que resultaba ser su hermano.

Esa mañana del lunes, la detective se levanto con un sabor agridulce en los labios, pero tenía en cuenta que debía de hablar con Amaro ese día, si o si, no podía callar algo tan delicado solo por temor a no ser aceptada; cuando llego a la estación con su café en mano, su moño recién hecho y sus lentes oscuros, pudo darse cuenta de que el la había sido de las primeras en llegar.

Media hora después llego Amanda, después de saludarse ella se dirigió hasta la cocina aun con el nudo en la garganta puesto a que se encontraba demasiado nerviosa, al querer volver a su escritorio en espera de algún caso o papeleo pudo notar la entrada de la persona que rondaba sus pensamientos en ese momento.

- Nick, podemos hablar en privado? -  le pregunto mucho antes de el saludarla, el asintió y la acompaño hasta una de las salas de interrogación vacías -

- Dime, sucede algo? - pregunto algo confundido, su relación había mejorado pero no entendía el que ella quisiera hablar a solas con el -

- Descubrí algo el día de ayer que te incumbe muchísimo y no se como decirlo - decía en medio de balbuceos - Pero no puedo esconderte algo tan grande y tengo demasiado miedo de la forma en que reacciones porque te he comenzado a apreciar como un compañero y eso que no llevábamos tremendamente mal en un inicio - ya en ese momento Nick comenzó a preocuparse - Y es que tenia tantas dudas, llame a mi mama y ella solo me esquivo, mi padrino fue quien dijo, aunque aun no estoy al cien por ciento segura pero aja - ella comenzó a dar vueltas en la sala y Nick intento interrumpir sus balbuceos - No, no me interrumpas que estoy sacando valentía en estos minutos,  yo... - suspiro profundamente - Creo que somos hermanos - ella miraba el suelo -

- Que? - fue lo único que el pudo pronunciar -

- Eso, me estaba sintiendo extraña contigo últimamente, como si compartieramos un vínculo único y necesitaba saber el porque, si antes nos llevábamos horrible por lo que en medio de mi confusión intente hablar con mama pero me esquivaba y cambiaba el tema - volvió a caminar en círculos - Por lo que en ultimas instancias recurrir a mi padrino quien a causa de mis lágrimas no pudo evitar decir que, mi padre, aquel que se largo sin decir nada, se apellidaba o apellida Amaro, solo debí sumar 2+2 y juntar todas las señales, aunque si tienes dudas podemos recurrir a un examen de ADN pero... - el la interrumpe -

- Diana cuanto años tienes? - decía el con duda -

- Yo... 24 porque? - le miraba intranquila -

- Porque cuando yo cumplí 14 mi padre nos dejo a mama, a mi hermana menor y a mi, solo se fue, no supimos de el sino 4 años después, cuando mama se entero de su viaje al extranjero y un amorío y comenzó a dudar de si de ello tuvo hijos... - la miro, ella sudaba frío, esperando gritos e insultos - No sabes, la alegría que siento justo ahora - ella lo mira sorprendida - Creí en un principio que me llevaría horrible con esos hijos, que el los hubiese creado a imagen y semejanza suya, pero saber que no estuvo me alivia - ella lo mira confundida - El golpeaba a mi mama cuando creía que Sonya y yo no lo veíamos - ella quedo boquiabierta, estaba sorprendida - Ella era todavía muy pequeña para entender pero yo no, yo sabia lo que sucedía y estoy muy feliz de que tu no pasaras por ello -la abrazo aunque ella no salia del asombro -

-Pensé que ibas a insultarme o gritarme - le dijo al separarse - No pensé que estuvieses feliz - le sonríe y el corresponde -

- Eres mi hermana, media o no, te querré igual, es fuerte de digerir pero me alegra saber que la química que sentíamos era esa fuerza vital en la sangre que nos unía - se volvieron a abrazar -

Después de eso, los siguientes días todo paso con tranquilidad, ellos decidieron ocultar por un tiempo el hecho de ser hermanos, para no incomodarse con las posibles preguntas del equipo; pero todo cambio cuando la tarde de un jueves se vuelve el peor día de la chica Villa.

En esa tarde todo iba bien hasta el instante en que Diana recibe una llamada desde Chicago.

- Diana? - se escucha una voz femenina pero ronca del otro lado -

-Si, Kim eres tu? - dice la castaña en voz alta acaparando así, la atención de su equipo -

- Debes venir a Chicago, sucedió algo - a la castaña venezolana se le atasco la respiración  - Alvin murió - he allí el balde de agua fría que jamás quiso recibir -

Diana no supo que hacer, sus ojos comenzaron a lagrimar con facilidad y en gran cantidad, estando su escritorio enfrente de el de sus compañeros todos supieron que algo iba muy mal, el motivo, era esa llamada.

- Yo ... - ella no podía soltar palabras - Hablare con la Sargento e iré inmediatamente solo...- sollozo y Nick se le acerco preocupado - Solo dime, como esta Hank - guardo silencio -

- El, se siente culpable y quiere vengarlo, esta cegado Di, ven pronto - colgó -

Diana no sabia que carajo hacer, su cuerpo temblaba, estaba en los brazos de Nick, Amanda fue a por Liv y Fin veía todo en silencio pero con ojos preocupados.

-Diana que paso?- pregunto Liv al llegar -

- Alvin esta muerto - respondió luego de unos minutos - Liv necesitó... - ella la interrumpió -

- Tranquila, ve, ten cuidado y llamanos cualquier cosa si? - ella le sonrió pero Diana solo pudo realizar una mueca entre lágrimas -

- Iré con ella - todos miran sorprendidos a Nick sobretodo Amanda - Es mi hermana - todos los miran sin creerlo aun -

- Esta bien, pero al volver nos reuniremos! Esta claro? - ellos asienten y se retiran rápidamente-

Detective |Ley Y El Orden UVE|CHICAGO PD|  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora