To Look Upon Your Face(traducción)

Epílogo: mirar sus caras

A veces, cuando Derek no tenía nada mejor que hacer, se encontraba mirando a Stiles. Sus ojos se detuvieron en la forma de Stiles mientras realizaba actividades mundanas: hojear un libro, recoger las piezas de ropa al azar esparcidas alrededor de su habitación, la forma en que su cabeza se inclinaba hacia un lado mientras se perdía en sus pensamientos. Todos fueron momentos robados, incidentes individuales que hicieron que el corazón de Derek se agitara y el pecho se tensara al pensar en todo el tiempo que perdieron durante décadas.

Stiles, por su parte, no ignoraba los ojos que lo seguían. Intentó fingir que no podía ver a Derek, que funcionaba la mayor parte del tiempo. Pero a veces Stiles volvía la cabeza para mirar a Derek, una pequeña sonrisa cruzaba sus labios, sabiendo exactamente lo que Derek estaba pensando.

Hubo algunos momentos, cuando se alcanzaron el uno al otro en medio de la noche, que sus toques se sentían como nuevos, como si los años que perdieran se acabaran de llenar. Fueron momentos que ambos apreciaron.

En las noches tranquilas, Stiles se quedaba despierto mientras diferentes recuerdos plagaban su mente. Imágenes de la madre de Derek y la prisión que la obligaron a seguir cambiando constantemente, un truco final en nombre de Gerard.

En esas noches, Stiles veía dormir a Derek. Descansó sobre su costado, trazando fácilmente las curvas de la cara de Derek. Fruncía el ceño cada vez que Derek emitía un leve gemido, su cuerpo se movía ligeramente en protesta por su sueño. Stiles aliviaría las cejas de Derek con la punta de los dedos y alejaría la inquietud lo mejor que pudiera. Se movió para presionar sus dedos sobre el pelo del pecho de Derek, saboreando la sensación de tener a Derek debajo de sus palmas. Presionaría su mejilla contra el pecho de Derek, agradecido cuando el agarre de Derek sobre él se apretó en respuesta. La acción los castigó a ambos, recordándoles que eran reales y que Gerard ya no podía lastimarlos.

En las malas noches, Stiles siempre se despertaba gritando cuando los brazos de Derek lo sacaban de sus terrores nocturnos. Agarró con fuerza los brazos de Derek, agradecido por su apoyo mientras le relajaba la respiración. Trató de asegurarle a Derek que estaba bien, forzando una pequeña sonrisa o fingiendo que no estaba exhausto al día siguiente. Se aferró a esa creencia el tiempo suficiente, hasta que Derek se acercó a los demás con la esperanza de arreglarlo todo.

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Derek colocó delicados besos en el omóplato de Stiles, sonriendo para sí mismo mientras seguía a los topos que se arrastraban por el cuello de Stiles. Continuó sus acciones incluso cuando Stiles comenzó a retorcerse despierto, girando en sus brazos.

Stiles sonrió adormilado mientras apenas parpadeaba para abrir los ojos. "Buenos días", saludó tranquilamente a Derek con una leve sonrisa cruzando sus labios. Presionó un suave beso en los labios de Derek, acurrucándose aún más.

"Buenos días, cabeza adormilada", murmuró Derek contra el cabello despeinado de Stiles.

"No tienes que ir a ningún lado hoy, ¿verdad?" Stiles preguntó cansado contra la garganta de Derek mientras se acurrucaba en el hueco de su hombro.

Derek no pudo evitar que su pecho ronroneara mientras su lobo daba la bienvenida al contacto. Su lobo aulló y aulló de emoción ya que corrió a través de un mantra de Stiles y su compañero y el hogar , las cosas que estaba convencido de que perdieron. "No si no quieres que lo haga", respondió.

"Domingo perezoso", dijo Stiles contra la manzana de Adán de Derek, salpicando pequeños besos debajo de su mandíbula.

"Es viernes, Stiles", Derek lo corrigió suavemente.

"Tendremos que ser flojos hasta el domingo, entonces", respondió Stiles, alejándose de su escondite para mirar a Derek. Puso el último beso en los labios de Derek antes de hablar. "Voy a tomar un baño", explicó mientras se retiraba del alcance de Derek, saliendo de debajo de las sábanas.