4

349 36 2
                                    

──────⊱◈◈◈⊰────── [ tαєhчung ] ──────⊱◈◈◈⊰──────

Era un día nuevo. Ambos estábamos recostados en la cama. Por mi parte estaba despierto, por el lado de aquel chico.. ya debía ir por la quinta luna. Me levanté con cautela tratando de no despertarlo, una vez logrado mi objetivo me dirigí al baño para darme una pequeña ducha refrescante. Cambie mi ropa por un pequeño vestido de ceda blanca que tenía una pequeña cinta dorada en la zona de la cintura. La corona de laureles bañados en oro la dejé de lado, peiné mi cabello y salí del baño una vez que escuché la puerta de mi cuarto. Me dirigí a la puerta abriéndola con cuidado de no hacer ruido.

-Joven el rey lo llama para la cena-

-Oh.. está bien ahora vamos.. gracias-

Sonreí mientras el guardia se retiraba, por mi parte me dirigí al borde de la cama arrodillando me frente a aquella sonrisita de conejo. Lo miraba con atención recorriendo su rostro con mis ojos, mire sus manos.. me quede así por unos minutos.
No deseaba romper el sueño de aquel angelito, pero quería que comiera algo así que sacudí un poco su hombro tratando de despertarlo y lo único que recibí de respuesta fue un pequeño quejido de su parte... Intente lo mismo varias veces pero aquel chico siempre hacía lo mismo, un pequeño quejido y un pequeño puchero. Reí levemente y por lo bajo.

Lo mire unos segundos más para luego acariciar su mejilla con suavidad mientras me dirigía a su nariz, viendo cómo arrugaba está.

-Eres como un pequeño conejito-

Dije sonriendo

-No soy un conejito..-

Me sobre salte un poco en mi lugar apartando mi mano de su rostro, mientras sus ojos me miraban fijamente con una pequeña sonrisa de lado..

-Ah.. y-yo... L-lo l-lamento..-

Escuche una pequeña risilla de su parte mientras se sentaba en la cama sin dejar de mirarme sintiendo mis mejillas ardiendo de vergüenza. Nuestros ojos se quedaron conectado unos segundos cuando sentí sus manos acariciar mi rostro con suavidad, y de a poco me fui sentando a su lado sin dejar de mirar aquellos ojos.

Volví a recorrer su rostro con mi mirada mientras sus manos seguían acariciando mis mejillas con una suavidad y calidez inigualable. Se sentía gratificante su tacto  y nuestros rostros se iban acercando de a poco solo quedando nuestras narices rozándose. Mi corazón latía como loco por la cercanía. Quedamos así por varios minutos hasta escuchar la puerta.

-Tae hijo.. apresuremos el paso que a este tiempo comerán en cien años.-

-Ya casi estamos listos..-

-Esta bien los quiero en el salón principal en veinte minutos-

-Si padre..-

Dije sin más mientras ambos escuchábamos los pasos de mi padre desaparecer de a poco mientras nuestros rostros seguían en la misma posición que antes. Cerré mis ojos al sentir sus labios chocar con mi mejilla sintiendo como volvía aquel pequeño fuego a ellas.

-Creo que deberíamos apresurarnos-

-eh? Ah.. si.. a-alli tienes más ropa por si quieres cambiarte..-

Dije desde mi lugar mientras el se levantaba y asentía tomando alguna de las prendas y se dirigió al baño a cambiarse. Por mi parte solté un pequeño suspiro mirándome al espejo de cuerpo completo que había en mi cuarto, en efecto mis mejillas parecían dos cerezas en su mejor esplendor. Apoye mis manos en ellas tratando de bajar el calor, solo hasta escuchar la puerta del baño abrirse, fue cuando las retiré rápidamente haciendo como si estuviera arreglando mi pelo.

Prisionero (Kooktae).             -Luna-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora