Hola

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Mi vida no era tan buena, no era la mas hermosa pero tampoco la peor de todas. El día menos esperado, en el escenario mas tétrico que se me presentó, ocurrió un milagro de algún ser superior. Para ese entonces era una adolescente, no pasaba los 15 años, era simplemente una niña. Aquel día lo recuerdo como si hubiese sido ayer, había ido a comprar el desayuno con el poco dinero que había conseguido en las peleas de barrio, mis 'padres' en ese entonces no pensaban mas en el fin de semana, cual seria la temática de su próxima fiesta electrónica y todo esto para poder lucrar con su plantación y su nuevo proyecto de ácidos. En fin, aquella mañana la recuerdo perfectamente, esperé para cruzar aquella avenida cuando todo paso. En un abrir y cerrar de ojos una camioneta se detuvo y yo estaba arriba de ella, quise luchar pero no pude, me sentí dormida al instante.Me encontraba en una triste habitación blanca en la que solo había una silla, una mesa metálica con una bandeja y la cama donde me encontraba acostada... Inmediatamente me levanté de la cama y pude ver que mi ropa era otra, no estaba con el vestido que me había hecho mi nana para el día de mi cumpleaños, solo tenia un camisón que me llegaba hasta las rodillas.

-Hola?- Dije y nadie respondió, entonces decidí ver que había en la bandeja, al ver que había un desayuno solo me limite a comer, mientras lo hacia escuché la voz de una señora en el altavoz

-Espero que disfrutes de tu desayuno, luego de terminarlo vístete con la ropa que esta debajo de tu cama- ordeno en forma estricta desde el parlante

-Que es lo que quieres de mi ?- grité tan fuerte como pude, en un intento de ser escuchada
-Haz lo que te digo y un agente procederá a responder todas tus preguntas- Solo respire e intente comer lo que había, esto era un lujo para lo que estaba acostumbrada, había tostadas, huevo revuelto con salchichas y mermelada.Luego de terminar, vi la ropa que estaba debajo de la cama, había un conjunto deportivo al lado de un par de zapatillas. todo estaba impecable, seguramente nuevo. No podía evitar el sentirme de una manera tan extraña, esos eran demasiados lujos para lo que yo estaba acostumbrada... pero algo en mi me hacia estar tranquila, me mantenía serena, si hay algo que tenia bien en claro desde que era chica era tener siempre calma ante cualquier situación.Al terminar de ponerme las zapatillas la puerta se abrió, una chica de aproximadamente 25 años entro a la habitación y se sentó en mi silla,

-Hola Narela..- pero la interrumpí

-Por favor llámame Isabella, y quiere decirme que hago aquí?- le dije en una voz muy seria y contundente

-Esta bien, Isabella, usted fue observada y elegida para ser reclutada en esta asociación- Dijo y yo no entendía que pasaba

-Y que tengo yo de especial?, digo, por que hay millones de personas en mejores condiciones que yo y mas capacitadas..- Y ahora ella me interrumpió

-Te escogimos por que actualmente sos la mas apta para este procedimiento secreto el cual estamos emprendiendo, ya que a tu temprana edad sabes defenderte como una persona entrenada, sin haber tenido entrenamientos básico- dijo y yo la mire anonada y confundida

-Acaso yo soy una rata de laboratorio para ustedes ?- dije sin ningún ánimo en mi voz, pero ella respondió

-Tu eres el éxito para esta misión y estoy muy segura de esto- dijo analizándome con la mirada y en un momento saco una tablet de su brillante cartera- Mirá, estas son tus peleas, tu entrenamiento, tus reacciones ante las situaciones y en verdad eso era la clave para nuestro factor, y por ultimo y mas importante, tus valores, lo cual te hace sobre salir ante todos- Dude al instante, no entendía que es lo que en verdad estaba pasando, no sabia si esta era mi ruina o mi salvación, pero ya estaba ahí, y mucho tampoco podía hacer, así que cedí

-Entonces que es lo que tienen planeado para mí ?- pregunté sin miedo y la chica solo sonrió

-Cosas grandes muñeca, esto es solo el comienzo- dijo tan segura de si misma que me penetro el alma.5 años después, yo solo puedo agradecerles a esos dos hombres que me subieron a la camioneta y a aquella señorita llamada Camile por investigarme tanto y poner en mi camino un mejor futuro. Actualmente tengo 20 años, estoy en una agencia de sicarios, desde que entré me enseñaron a ser fría y calculadora, sin sentimientos, en fin, aprendí en esa agencia desde poder defenderme profesionalmente hasta apagar mis sentimientos, algo raro pero útil en este mundo de mierda donde nadie sabe qué hacer o lo que quiere. Prendí un habano mientras el semáforo estaba en rojo, todos me miraban, claro una rubia preciosa no puede conducir una Ferrari sin ser hueca, no?, sonreí y seguí mi camino. Algunas veces me gusta que el mundo no sepa de qué soy capaz de algo, así luego se impactan de lo que soy realmente.Llegué a esa iglesia casi abandonada, en medio de la nada, entré y todo está igual que siempre, lleno de polvo y casi callándose a pedazos, quien iba a decir que acá se escondería una sociedad secreta que tiene el fin de acabar con el resto. Fui directamente hasta la caja de confesiones y accedí al ascensor, fui al subsuelo 5 donde se encontraban todos. Somos la Asociación Mormoni, puede sonar estupido el nombre, ¿como el nombre de un personaje de la Biblia mormona nos puede identificar? Pues es equitativo debido a que por cada Mormoni que veamos en templos o iglesias sabemos que es un centro de atención nuestro, así sea de espionaje o un campo de entrenamiento, etc. Al ingresar al gran piso me crucé con mi segundo padre, Rob, el fue uno de los hombres que estaba cuando me subieron en esa camioneta.

-Hey Rob, que onda ? Cómo va todo ?- dije llamando su atención ya que estaba con trabajo

-Isa tengo algo para ti, que seguro te interesará-dijo mientras miraba su celular , "ruego por qué no sea el nuevo proyecto famosos" pensé - Es sobre el nuevo "proyecto estrellitas"-dijo siguiéndome

-No, Rob, ya sabes lo que pienso sobre cuidar gente malcriada, apenas puedo soportar los narcotraficantes- dije excusándome y saliendo de su rango

- Puedes al menos pensarlo?, aparte de la inmensa cantidad de dinero, tu subirías de rango- Dijo entrando al ascensor conmigo 'Por monedas baila el mono verdad?' pensé cansada, el sabia que a mi me encantaba avanzar en la academia y lo uso en mi contra

A ver, dime sobre quien hablamos y como seria el protocolo a llevar a cavo- dije agarrando el portafolios que tenia Rob

-Hablamos de Federico Ferrari...-

La otra parte de la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora