Tu dolor es mi dolor.

Entre lagrimas.

Lucha por lo que quieres, me dije entre lágrimas. Entonces lo decidí, decidí regresar por ti. Decidí que tú mereces un hombre diferente, y ese era yo.
Pero, ¿cómo hacer que borres todo lo que te dije? ¿Cómo borrar los insultos? ¿Cómo sanar las heridas? ¿Cómo?
Estaba tragado de ti que me controlabas con tu sonrisa, seductora y dulce. Esa que usabas a diario, real y no fingida, como yo que aplico la ultima. Pero es que no puedo sonreír...
Había veces que salía a buscar una sonrisa y encontraba todos los charcos ocupados, y uno de esos era el tuyo... Ah, ya entiendo todo... tú bobeabas por otro chico, aquel chico que no prestaba atención. Aquel tipo era mayor a mi, alto, apuesto y musculoso, o así me decían mis amigas. En realidad no me agradaba, pero a ti te encantaba. Y yo como idiota ayudándote a cargar tu rechazo... Que estupido fui, al haberte hablado, al haberme enamorado de ti.