Acto 0 - Prólogo

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"Todo cambia a media noche..."

Muchos han de vivir en esta vida en busca de algo, algunos saben lo que quieren y van adelante seguros de si mismos , con esa aura que hace que cualquier persona quiera estar a su lado, aquellos que con una sonrisa alegran el día, pueden sonreir con sinceridad , pero saben muchos de estos pierden esa luz con cada herida.

Otros realmente no saben por que estan ahi , personas que viven aferrandose al presente sin tener una razon para seguir, cargan con sus heridas y saben mas que nadie lo que es aquel dolor y anhelan algún poder sonreir o tal vez volver a hacerlo sinceramente, no tienen sueños , anhelos ni esperanzas , viven en la "cruda" realidad , donde saben que la mas mínima palabra puede doler mas que un golpe, donde solo deben seguir.

Vivimos en un mundo que elimina, destruye y mata, con el tiempo nos hemos terminado de matar a nosotros mismos , con cada prejuicio, decepcion ,herida , insulto y hasta golpes , la esperanza se ha ido perdiendo de apoco , dejando nuestra ciega confianza en alguien quien no podemos ver, en alguien en quien podemos tener fe , alguien tan abstracto y efímero a quien denominamos Dios.

¿Saben? Las personas llenas de luz se desgastan con cada herida y esas son las que te hacen preguntarte ¿Cuando cambio?  No sabes sus pasados o sus errores pero sabes que cambio cuando notas las marcas de su dolor o notas como su sonrisa es falsa.

La luz tambien se desgasta

Y aveces nisiquiera te das cuenta que esa persona que siempre sonrie tambien necesita un abrazo, muchos creen que seran asi siempre pero siempre hay un momento en el que ya no pueden más y en ese momento es cuando la chica de luz resplandeciente , cambia.

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Y ahi se encontraba ella, una pequeña niña de ojos chocolates caminando con un libro en manos, sentada bajo la sombra de un arbol al frente del parque, leia atentamente su libro y de rato en rato miraba hacia el caballito donde su pequeña hermana jugaba con algunos niños de su edad, su madre tambien estaba ahi conversando con algunas señoras, ella estaba algo lejos de ese ambiente de risas.

El sonido del viento movia su cabello con suavidad y sonreia con cada parrafo que leía, muchos niños le habian ofrecido querer llevarla a jugar pero ella se negaba preferia aquel tranquilo ambiente, sí, era raro para una niña de su edad, a sus cortos 10 años era demasiado tranquila y algo madura, pero eso no quitaba aquella brillante aura que desprendia y apesar de lo dura que habia sido su vida hasta el momento, intentaba no deprimirse.

Tímida e insegura los principales defectos de aquella niña a su corta edad.

Su pasado es otra historia que pronto sabran, pero ahora mismo ella sonreia con cada texto e imagen que divisaba en el libro.

Y su lectura acabo cuando una hoja callo en su libro, unos leves sollozos se escucharon no muy lejos de ahi, sintio un pequeño malestar en su pecho y se levanto intentando divisar al dueño de aquellos sollozos.

Camino un poco y ahi lo encontro, un pequello niño de cabello tan rojizo que parecia un pequeño tomate, sentado en el columpio con la cabeza baja, los sollozos no eran tan fuertes,pero el malestar en su pecho aunmento y sintio una extraña inquietud que hizo que se acercara a paso silencioso.

Se sento en el columpio de al lado causando un pequeño chirrido en este, noto como el contrario se dio cuenta de su presencia e hizo un pequeño esfuerzo para evitar sollozar mas, aunque eso solo hizo que mas lagrimas calleran resbalando por sus mejillas.

— Esta bien llorar...tranquilo.

Dijo con vos calmada y este solo nego.

— N-no estoy llorando...de todas maneras esto no deberia de importarte

Ella sonrio levemente.

¿Por que me miras asi? Nisiquiera nos conocemos como para que me vengas a hablarme con naturalidad.

Aquel niño habia puesto sus barreras.

— Tienes razon...

Ella dio un pequeño salto bajandose del columpio dandose media vuelta quedando frente a aquel pelirrojo que evitaba mirarla limpiando sus lagrimas.

— ¡Me presentare! Soy 606 Defensora de la justicia y estoy aqui para restaurar el dolor y cambiarlo a felicidad!

Dijo ella sonriendo tiernamente dejando al contrario perplejo y no pudo evitar sonreir levemente.

— ¿Defensora de la justicia? Sabes niña eres muy extraña...

Dijo el sonriendo levemente y ella sonrio levemente avergonzada mientras negaba.

— Lo digo enserio...yo cargare el dolor para que los demas sean felices...¡Es mi deber como 606!

Fue en aquel momento donde el supo que ella era una brillante y pura luz que estaba destinada a brillar.

— Realmente eres rara...606...¿yo puedo ser raro tambien?

Pregunto mirandole con curiosidad y ella asintio.

— ¡Claro y viajaremos en una nave espacial!

Sonrio al escuchar a la niña de ojos chocolates y solto una leve risa al escuchar aquello que no tenia sentido.

— Eres muy rara...606...

Repitio este y ella sonrio orgullosa, se acerco a el y limpio las lagrimas del pelirrojo.

— Limpiar tus lagrimas...Es mi deber como 606...no llores.

Dijo con tímides y una pequeña sonrisa torpe plasmada en su rostro.

Fue como un sueño...un sueño tan hermoso, que no lo creyo, era como si estuvieran destinados a conocerce.

Ella nunca lo supo...pero fue ese momento, cuando le limpio las lagrimas a aquel extraño, que lo salvo.

Mi querida niña de ojos chocolates...me salvaste.

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Mi querido Angel [[707xTn]] [[MM]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora