Pure seduction

Primer dia

- Nora! ! - Grita mi mama desde las escaleras - Levántate hija o llegaras tarde.

Abrí mis ojos y me impacto la luz solar, probablemente mi madre ya había pasado por mi habitación porque estaban las cortinas abiertas y el sol alumbraba mi pieza a todo dar.

Es de extrañar en mi que necesite ayuda para despertarme, ya que yo soy la que mas madruga en la casa, sin embargo, esta vez fue una excepción porque que la noche anterior me había desvelado des empacando las cosas de la mudanza y ya quería tener todo reorganizado para mi nueva vida en Seattle, era mi ultimo año de preparatoria y al parecer todo va acorde los planes que tenemos con mis padres.

Bueno la verdad son planes de mis padre, yo solo les sigo la corriente, porque para empezar ellos fueron los que tuvieron que mudarse por motivos de su trabajo que los mantiene la mayor parte de su tiempo ocupados; aunque me gustaría tenerlos más tiempo en casa, eso me da también mi espacio sino se la pasarían la mayor parte del tiempo pegados a mi, no me malinterpreten, es solo que me gusta mucho mi espacio además ya estoy acostumbrada a estar sola y me gusta que sea así.

- Ya voy mamá!! - le respondo mientras voy entrando al baño.

Me demoro unos minutos en la ducha y dejo otros segundos para vestirme y cepillarme el cabello. Me echo un ultimo vistazo al espejo grande de mi armario para comprobar que todo este en orden. Llevo unos jeans azules de siempre una polea blanca que se adhiere a mi cuerpo y un chaqueta negra; le sonrió a mi reflejo tratando de relajarme, espero no dar una mala impresión por ir tan simple. - Serán extraños sólo por hoy, no puede ser tan malo - Me digo a mi misma en un intento de consolar mis malditos nervios.

Bajo las escaleras a trompicones, y mi padre se burla de mi poco entusiasmo mientras toma su café.

- Vamos Nora, no puede ser tan malo - Me anima papá - Ya vas a ver que todo va a salir bien.

Esa es la frase de papa, es casi como su lema algo así como su ley de vida.

- Si, solo seré yo misma y espero caerles bien - Respondo con sinceridad.

Mi papa suelta una carcajada y mi madre se le une

- Por supuesto que le vas a caer bien mi niña - Me consuela mi padre mientras acaricia mis nudillos.

- Eres una chica fantástica, hija ya veras que encontrarás buenos amigos - Murmura con dulzura mama - sólo se tu misma y lo verás.

No podía tener mejores padres, siempre sabían como hacerme sentir bien en momentos así.

De camino a mi nuevo instituto preferí irme en mi auto, mi pequeño Fiat 600; se que es antiguo, pero igual me gusta como a ido quedando con todos los arreglos que mi padre le ha ido agregando. A pesar que mis padre insistieron en llevarme a la escuela, no se los permití. Ademas necesitaba un momento a solas para distraerme durante el trayecto y conocer un poco el sector; la verdad es que era todo muy moderno y lindo, me gusto desde el principio y espero tener un buen último año en esta ciudad antes de irme a estudiar a Washington.

Al llegar al instituto había un letrero en la entrada que rezaba WEST SEATTLE HIGH SCHOOL, en la punta del viejo edificio había un reloj. Al comprobar que no venía llegando atrasada di un largo Suspiro y me dirige hacía el estacionamiento que estaba atestado de autos, eso me hizo darme la primera tarea mental del día "Llegar mas temprano los siguientes días". Había una variedad de autos desde últimos modelos hasta modelos de clase media, pero ninguno como mi cacharrito, me sonroje al instante y somo me límite a decirme - Ya estamos aquí Nora así que terminemos con esto de una vez. -

Al dar una vuelta al aparcamiento en busca de un hueco para mi pequeño canario; así le a mi auto por su contextura y su color semejante al de un canario. Encuentro un espacio libre, eso me hace apretar el acelerador como si ese espacio fuera vital, cosa que lo era. Sin embargo, antes de que e de cuenta un Mercedes negro de ultimo modelo se atraviesa en mi camimo y me quita el espacio; unos segundos después baja un chico alto y guapo con una chaqueta de cuero negra, con unos vaqueros y botas oscuras acordes con su estilo de chico malo. A continuación fija la vista en mi canario y pone cara de incrédulo, eso me hace hervir la sangre ¿es que no le bastó con quitarme el espacio y ahora burlándose de mi auto?. Para más se baja las gafas y me mira de reojo mostrándome sus oscuros ojos, me sonríe y después me giña el ojo. Un escalofrio me recorrió la espalda y me sonroje al instante, detesto que me ocurra eso y sobre todo con este creido, que se ha creído ese hijo de puta, solo porque me coquetea de esa forma voy a perdonar todo lo que hizo. El chico corta el contacto visual poniendose nuevamente las gafas y se pone en marcha hacia el instituto a paso seguro. Llegue a pensar en pasarle el auto por ensima, pero no, no queremos complicaciones el primer día ¿verdad Nora?.