Cómo si nada hubiera pasado...

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Al llegar a casa di gracias por que mis padres trabajarán la jornada completa. Pude calmarme y ordenar mis pensamientos.
 
  Resumiendo mi primer día de clases, conocí a dos chicos increíblemente guapos y al parecer ambos quieren tener algo conmigo a pesar que uno me estuvo fastidiando en cualquier oportunidad se le presentará hasta hacerme llorar, para después seguirme hasta el estacionamiento besarme y decir que me necesita. Mi cabeza daba vueltas de solo recordarlo, meneo mi cabeza para olvidar aquello; ya ni siquiera se que haré cuando lo vea y eso será hasta que vayamos a la universidad.

  Por otro lado estaba Ray, un chico muy guapo y dulce. Adoraba como me miraba con sus ojos verdes intensos o cuando se ponía nervioso y se pasaba la mano por el cabello negro azabache. El me hacía sentir bien y su contacto me despertaba de una forma desconocida.

  Vaya... en que lío me había metido... si ya fue un día asi, no me imagino como serán los otros.

Definitivamente este había sido un día de locos. Sacudió mi cabeza en un intento de olvidarme de todo para empezar de cero. Así que me dediqué a calentarme el almuerzo y después ponerme al día con las materias.

Aunque ni con eso conseguí sacarmelos de la cabeza, tuve que releer dos veces para que la materia se me quedará finalmente lo conseguí antes de lo esperado. No sabia que mas hacer y estaba quedando escasa con mis quehaceres; no tuve más opción que prender la tele y por suerte estaban dando un capítulo nuevo de friends, bueno nuevo porque nunca lo había visto, pero logre distraerme.

No me di cuenta que me habia quedado dormida en el sofa hasta que mi madre me despertó para ir cenar. Su mirada de preocupación lo decía todo al verme que estaba evitando su contacto visual, sino descubriría que algo andaba mal...

No aguanto más Hasta que finalmente hablo rompiendo el hielo.

- ¿Qué tal tu primer día, cielo? - pregunto tomando por sobre la mesa mi mano.

- Estuvo... bien - mentí y mire hacia otro lado. Mentir se me daba pesimo y mi madre lo tenia más que claro.

- ¿No quieres hablar de eso? - su mirada se tornaba más preocupada y odiaba que se sintiera así,  no quería que se preocupara por mi. Tenia bastante en su trabajo como para que después al llegar a casa tuviera que escuchar rollos adolescentes.

- Mamá estoy bien, es solo que hoy fue un día distinto a los otros y me lo estoy tomando lo mejor posible - Trate de tranquilizarla.

- Está bien cariño - Se resigno.

- ¿Donde esta papa? - pregunté sorprendida al ver que no estaba en casa.

Mi madre desvío la mirada hacia la ventana.

- Dijo que tenía mucho papeleo y por eso llegaría más tarde - Suspira y se encoge de hombros.

Era evidente que lo extrañaba en casa.

Después de la cena ayude a mi madre a levantar la mesa y lavamos los platos juntas sin decir nada, era una forma muy cotidiana de compartir entre nosotras. Luego me fui a poner pijama e intentar conciliar con el sueño y mientras me dormía me decía a mi misma "mañana empezaremos de cero, como si no hubiera pasa nada de lo que ocurrió entre Jake y yo".

A la mañana siguiente me desperté decidida y más temprano de lo común,  era evidente por que afuera estaba aún oscuro y en la casa todos seguían dormidos, pero eso no me detendría así que di un salto fuera de la cama y me dirige al baño para cuando volví a mi pieza mis padres aún seguían dormidos; hacia un poco de frío ese día asi que me puse una polera blanca que marcaba mi cintura y sobre eso me puse mi chaqueta de mezclilla  que estaba arremangada en la punta de los brazos, junto con unos pantalones negros que marcaban bien mis piernas y unas botas negras. Con el cabello no había mucho que hacer así que sólo me hize una trenza Maria para poder controlarlo. A decir verdad me gustaba como me veía, a pesar de ser delgada y sin forma el conjunto me acentuaba bien y mi cabello café se veía bien con el peinado, me sentía satisfecha conmigo misma.

Pure seductionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora