Distintas Historias De Amor (Aioros x Shura)

❀¿Mi admirador secreto?❀

Era una mañana normal en el santuario, los santos dorados se encontraban en sus respectivos templos, descansando de la guardia que habían tenido el día anterior. Entre ellos se hallaba el santo dorado de la décima casa, Shura de Capricornio, quien como de costumbre solía ser uno de los que se levantaban temprano, así que empezó caminar en el interior de su templo, para poder salir un poco más de aquel trance de sueño que tenía. Quería respirar un poco de aire fresco así que a paso lento se fue acercando a la salida de su templo. Se apoyo en uno de los pilares que estaban allí, observando como el sol cada vez iba resplandeciendo, mantuvo sus manos sobre su cintura a la par que apoyaba su cabeza sobre aquella columna de mármol. Con el paso de los minutos, el chico español, decidió entrar nuevamente a su casa, debido al intenso frío que hacía en el santuario además porque se encontraba aún con su ropa de dormir. Al momento de que estaba por alejarse de aquel pilar, su vista lo guío al suelo, llegando a observar algo.

—¿Y esto?— se preguntó a si mismo.

Allí encontró un sobre blanco regado en el suelo, se agachó para recogerlo, procedió a adentrarse a su templo, a la par que comenzaba a abrirlo con sumo cuidado de no llegar a dañar la carta que se encontraba en su interior. Sacó una pequeña tarjeta doblada a la mitad, la desdobló delicadamente y se dispuso a leer el mensaje que contenía en su interior.

Para mí amor secreto

Desde que te conocí, aprecié esa belleza única en tí, me di cuenta de lo que realmente significa el amor, ese sentimiento tan hermoso que siento cada vez que te veo. No hay día en el cual no te piense, ni mucho menos noche en la que no sueñe contigo, dónde puedo acariciar tu tan suave piel, delicada como si se tratase de una rosa blanca. Si la vida me diera la oportunidad de escoger a quien sería amor de mi vida, esa persona que acompañe el resto de mis días, no dudaría en elegirte a tí. No sabes todo lo que causas en mí, tu sonrisa, tu mirada, tu cabello verdoso como las hojas, tu cuerpo ¡Por Athena! Eres perfecto ante mis ojos, provocas una ola de emociones positivas en mi interior, haciendo que mi corazón latiese de amor por tí. Desearía que seas la primera persona que vean mis ojos al despertar y antes de dormir, me digas que me amas de la misma manera como yo a ti...

¡Te amo Shura de Capricornio!

Conforme iba leyendo aquellas palabras tan románticas plasmadas en el papel, un leve rubor se hizo presente sobre sus mejillas, quedó completamente estático al culminar de leer. Creía que tal vez se hubiese equivocado y que realmente esas palabras no eran para él. Al verificar la última parte de esa carta se dió con la sorpresa de que no había ningún error, allí decía claramente su nombre, efectivamente era para él, entonces ¿Quién se la envió? ¿Era verdad o no? ¿Se trataba de un chico o una chica? ¿Será uno de sus compañeros de armas?

Esas, entre muchas otras más preguntas rondaron por la mente del español, quien estaba nervioso, sentía como un escalofrío recorría todo su ser, no sabía que hacer ante está situación, tenía miedo ¿Miedo a ser amado? Claro que no, solo que en ese momento se le estaban llegando preguntas absurdas a la cabeza. Con la carta en mano subió hasta su amplia habitación, dejo esos papeles sobre su cama, para luego adentrarse a su baño, comenzó a quitarse sus prendas de dormir quedando como Dios lo trajo al mundo, entro lentamente a su ducha, sentía como esa lluvia artificial caía e impactan sobre su blanquecino cuerpo.

Al cabo de unos minutos, salió con una toalla sobre su cintura, se sentó sobre su cama, para luego comenzar a vestirse con su clásica ropa de siempre, cuando terminó optó por no colocarse su armadura, debido a que quería sentirse un poco más ligero. Quería contarle a alguien sobre la carta de amor, pero no sabía a quién, le daba un poco de vergüenza hablar sobre el tema con otra persona, entonces recordó que entre todos sus camaradas, en quien el mantenía más confianza era con el ex santo dorado, Aioros, su mejor amigo quien ahora ocupaba el patriarcado del santuario, debido a que Seiya fue ascendido a ser el nuevo caballero de Sagitario. Tomó aquella carta, la metió dentro del sobre, se levantó de su cama para salir de su templo en dirección a la sala del patriarca.