O N E S H O T

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5 meses después.

No podía dejar de pensar en ella.

Parecía una cruel tortura de mi propio corazón enamorado, pero la veía en todos lados.

Es gracioso pensar que incluso ver alguien bebiendo agua, me recordaba a ella.

Como cogía sigilosa el vaso que Seok Jin había traído desde Tailandia y que tenía enamorada a mi chica.

Siempre lo robaba y Jin la regañaba de manera que jamás volviese a cogerlo, pero entonces el se volteaba y ella lo volvía a usar.

Recordar aquello me hace pensar tanto.

¿Porqué no le compré ese jarrón que tanto le gustaba?

Ella habría sido tan feliz.

Ver como las mujeres del staff se toman el cabello para sentirse más cómodas.

Recuerdo que ella siempre amenazaba con que se cortaría el cabello, pero jamás lo hacía, su melena rojiza era preciosa, tan preciosa.

Miré el atardecer por el cristal del automóvil y mis ojos quedaron fijos en aquella pareja.

Discutían, discutían tanto.

-¡Que no me gusta esa estúpida película!- grité enfadado.

-¡¿Porqué siempre tenemos que ver lo que tú escojas?! ¡Estoy harta de los Avengers, que no me gustan!-

-¡Pues yo no estoy dispuesto a perder un solo dólar por ver cómo un estúpido fantasma se carga a una familia entera!-

-¡Pues la veré sola, miedoso!-

-¡Yoongi!- mi hombro fue sacudido brevemente, y miré a Jimin.

-¿Um?- pregunté sin interés.

- ¿Quieres venir con nosotros?- los ojos preocupados de Nam Joon casi me hicieron sonreír, casi.

- Podemos comer brochetas hasta reventar- dijo ilusionado el maknae.

-Lo siento, pero dedo ir a verla-

- Yoongi...- Jin susurró con la voz ahogada.

- Hace mucho no la visito, ella me extraña- puse mis audífonos y di por terminada nuestra charla.

Cerré los ojos y solo pensé en ella, en sus ojitos tan expresivos, tan profundos, el lugar en donde amaba perderme.

...........

Gabrielle Montana.

Tal vez este largo sueño no te deje verme, pero prometo que puedo crear uno para nosotros, allí puedes vivir conmigo cariño, siempre.

*18 / 10 / 1995. +02 / 11 / 2019

-Los chicos se comportan extraños, no me dejan estar solo, los tengo pegados a mí como un maldito chicle..supongo que están asustados de verme saltar por la azotea- quise bromear, más en lugar de una carcajada, solo pude soltar un débil sollozo.

-Te extraño, mi amor- susurré con el corazón tan roto, tan herido, mientras me arrodillaba sobre aquella piedra que tenía grabado su nombre y la abracé a mí.

-Estamos contigo, amigo- pude sentir las lágrimas de Jimin mientras me abrazaba, junto con cinco pares de brazos más.

Ellos no me habían dejado solo.

-No estás solo, nunca vas a estar solo- susurró el pequeño Tae y sólo pudo aumentar mi llanto.

No quería esto, no quería estar así, y aún así,  nada podía hacer, la chica que se había adueñado de mi corazón se había ido para siempre, quién ponía colores sobre mi escala de grises, mi musa...ya no estaba.

Reacciones (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora