La noche

111 5 0
                                    

Soy un poco orgulloso testigo de que la vida puedo llegar a cambiar tan rápido, incluso como la velocidad de la luz.
Estaba haciendo mis rutinarias actividades de recién graduado de VILE, nada muy agitado cuando me encargaron ir a Argentina, y de repente estaba de vuelta con una adorable bebé juguetona de un hombre muerto, uno que yo puede relucir su último hilo de vida.

"De un gran maestro ¿Cuántas deshonras más ha de cargar mi espalda?"

Y para la cereza de lo extraordinario siendo premiado con ocupar la vacante de su padre en el holocausto..., Irreal, sínico, sádico, infrahumano muchos adjetivos que me dejaban un sabor amargo en la boca como si estuviera masticando tabaco del más amargo y sin posibilidades de escupir. Los nervioso están azotando, sentía la boca tan seca que mis labios se estaban crujiendo, pero mi cara seguía tan inexpresiva como una roca.

" Una gran máscara hecha de tanto doblar mi espíritu como papel maché. "

"No hay escapatoria, este es el camino que tu lo elegiste, ni una manera de decir no o reprochar"

La única ventaja en ese momento era el hecho que estaba encerrado en mi habitación sentado en la cama mirando al vacío, no me permitía ni soltar un suspiro. Estaba sin aliento delante del presagio del cambio, pues sabía lo que significa la llegada de un bebé a cualquier lugar, y aún más estridente de un huérfano sin nombre solo marcas de un pasado borroso. Las manos me temblando y yo no quería.

"Y pensar que todo esto comenzó por robar billeteras de tristes despistados y si tan solo me hubieras hecho el favor de quemarme las manos"

Puse mis manos en la cara para tratar de quitarme el sudor frío que me estaba recogiendo incómodamente mientras me recostaba, pensé que quizás un sueño podría relajar un poco los músculos furiosamente tensionados que aprisionaba mi caja toráxica al punto de que mi espalda lloraba de dolor con cada toque.
Trate de conciliar lo más rápido posible pero el "Click" de la puerta me hizo abrir los ojos y rodar fuera de la cama rápidamente poniendome en una posición de defensa.

-Ja! Wow, buena relación, pero tranquilo vengo en "son de paz" -Digo divertido Gunnar Maelstrom levantando las manos con una sonrisa traviesa entrando a la habitación.

Siempre me sorprendía el hecho que sus pasos eran casi fantasmales como si flotara. Había que tener una buena concentración para escucharlos, solo eran detectables por el leve sonido del tacón de sus zapatos elegantes,estoy seguro que si andará descalzo solo se escucharía el débil roce de su ropa al artícular.
El pegaba buenos sustos, eso era algo que los dos teníamos en común.

-Oh...- Fue lo único que mi garganta apretada pudo soltar como respuesta, me quedé inmerso en su mirada que me daba la sensación de que me estaba atravesado y leía fácilmente todo, desde mis oscuro secreto está mis miedos más tontos.

-Lo siento querido si arruine tu sagrado sueño de ninja - se disculpó para después detener una sonrisa como si reprimira una carcajada y rompía el contacto visual mientras ponía sus manos detrás de su espalda.

-Esta bien, no estaba durmiendo, está meditando - le respondí mientras aflojaba postura y intriga llegó a mi.

-Aún peor mi interrupción... De todas maneras mis intenciones eran las mejores, venía a decirte que tenemos algo especial por tu bienvenida -Digo volviendo con el contacto visual, mientras yo trataba de resolver en medio del shock que me dejó sus palabras

"¿ Por qué me estaba poniendo nervioso sus ojos en mi?"

-¿Como? - Pregunté sorprendido pasando inconscientemente mi mano sobre mi cabello tratando de acomodarlo.

La bienvenida al disparateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora