H o r ó s c o p o | k o o k t a e

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Una semana había pasado después de aquel beso en los baños. Una semana desde que Taehyung y Jungkook no se habían vuelto a dirigir la palabra, ni verse y mucho menos ser los mismos de siempre.

¿Por qué la gente se complica tanto? Ambos se gustaban, consciente como inconscientemente, pero lo hacían. Sin embargo, la gente siempre se complica todo, más que todo si son por ideologías, como era el caso de Taehyung.

Ahora, ¿De donde viene toda esa ideología y fanatismo por los horóscopos? Muy sencillo: la abuela de Taehyung.

Antes de haber fallecido su abuela, Taehyung de niño siempre la visitaba y se quedaba a dormir. Él jugaba, reía, ayudaba a su abuela a cocinar y un centenar de cosas cosas más. Pero lo más importante eran esas noches en las que antes de dormir, su abuela le contaba acerca de los astros, los signos zodiacales y más que todo lo que dice el horóscopo de cada signo, y el cómo esto hizo de su vida lo que era ahora.

Tomemos en cuenta que Taehyung era un niño y para él esos cuentos y relatos eran fascinantes. Luego pasó. Una tarde, el día 12 de noviembre del año 2006 la abuela de Taehyung falleció, llevándose consigo dolor y llanto, además de corazones rotos y la última frase de sus relatos que debía haber sido escuchada por ese pequeño niño que la veía con ojos brillantes... Su pequeño Bear, su pequeño Tae. Nunca le pudo decir que los horóscopos realmente no lo eran todo y que las personas podían escoger qué hacer en su vida.

Quizás fue coincidencia o quizás no lo fue pero días antes del trágico día, un pequeño Taehyung de 8 años había leído en el periódico de su papá, para ser exactos en la sección de horóscopo semanal, que algo trágico le pasaría al signo de su abuela. Días después su abuela había fallecido... Sin duda fue un día gris para la familia Kim.

Y hoy 12 de noviembre se cumplía un año más del trágico suceso.

– Hey, Tae... ¿Estás bien?

Decir que JiMin estaba preocupado era lo correcto, sabía lo importante que era este día, esta fecha y el hecho de ver a su amigo tan despistado, sin prestar atención a clases que tuvieron en el día y decaído. Más precisamente, sin ser él.

Taehyung parpadeó un par de veces antes de girarse y ver el rostro preocupado de su amigo. Se sintió mal, no le gustaba ver a JiMin preocuparse tanto pero debían entenderlo, su abuela fue una parte muy importante y especial en su infancia.

– Sí, sólo la estaba recordando... Es lo usual, ¿No? Recordar a nuestros seres queridos – Una pequeña sonrisa nostálgica surcó los labios de Taehyung.

– Sí, sólo... No me gusta verte decaído, ¿Quieres que te acompañe a colocarle flores? – JiMin recostó su cabeza en el hombro del menor.

– No es necesario, tal vez vaya con Jungk... Tal vez solo, sí, solo... – JiMin escucho la voz de Taehyung decaer, odiaba ver a su amigo triste, lo rodeó con sus brazos y dejó un beso en su mejilla, recibiendo una suave risa del de hebras azules.

– No te pongas mal, sé que arreglaran el problema que hayan tenido, ¿De acuerdo? – Lo vió asentir y se dedicó a mimar a su menor.

Realmente agradecían el haber tenido una hora libre.

Taehyung y JiMin se conocían desde muy pequeños, incluso antes de nacer. Sus madres habían sido amigas, así que sí, ellos habían estado destinados a estar juntos. JiMin nació unos meses antes que Taehyung pero eso no impidió que se llevarán tan bien como lo hacían, el tiempo hizo su magia y ellos se convirtieron en mejores amigos. Así fue hasta que llegó Jungkook a la vida de Taehyung y fue tanta la impresión que estos dos se hicieron inseparables. Pero eso ya es otra historia.