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Tu rostro se dibuja en las paredes, derritiendose repletas de colores.

Tu voz me envía a una dimensión distinta, provocando que el tiempo se paralice.

El sonido de tu risa causa una inexplicable felicidad en mi interior.

Tu presencia acelera mi corazón, mis sentidos se agudizan al estar frente a ti.

Pero mi cuerpo actua con extrema calma.

Y me besas.

Entonces se que nada me es tan adictivo como tú.

Los dragones en mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora