Siento un profundo vacío en mi pecho cuando pienso en ella y me doy cuenta que no está,
Miro al cielo y entiendo que no se fue, sino que yo le pedí que se fuera,
Y eso me mata, porque la amaba más a ella que a mí,
Vivía por su felicidad y no la mía, y cuando uno vive por otro, se olvida del significado de lo importante,
Seré tajante, mi cerebro le pidió que se fuera y mi corazón en silencio gritaba quédate un poco más,
Derramada está la leche y lloro sobre ella, por ella y sin ella,
Era mi cielo, mis estrellas, mis ganas de dormir por la noche,
Eran viajes en su coche, cantando canciones que no me sabía,
Era sentirla fría y distante, pero me acurrucaba por las tardes, y eso me mata,
Y muerto el corazón poco más queda,
Me aferró a la promesa condicional de encontrar felicidad en mi mismo,Aunque tenga un abismo que me separé el pecho,
No fueron celos ni despecho, fui yo y solo yo,Fue por mí y fue por ella
Fue un soneto y una epopeya
Fui de ella solo de ella.~ Andrés Araya
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Desamor en tiempos de Covid
Thơ caPequeño Poemario de un humilde intento de escritor.