The Elevator (Solar x Hyukjae)

2🏢

Décimo piso.

Ya sólo quedan cuatro personas dentro del ascensor, de las cuales dos somos nosotros, aunque parecemos uno, ya que estamos muy pegados.

Piso quince.

Ya no hay nadie más que nosotros en el ascensor.

Se da vuelta y me come la boca de un beso.

Que dulce y sensual...

Comienza a pasar sus manos desde mi espalda hasta apretar mi trasero y su lengua empieza a hacer de las suyas con mi boca.

Hasta el piso treinta no sube nadie, lo que ocasiona que nos olvidemos dónde estamos y ella, sin ningún tipo de vergüenza, me baja el cierre del pantalón metiendo la mano en mi bóxer agarrando mi miembro dejándolo libre completamente.

Luego veo que se arrodilla y va pasado una de sus manos desde mi abdomen hasta quedar en mi miembro y llevarlo hasta su boca, teniendo una mano en mi tronco y la otra sujetando fuertemente mis testículos.

Su lengua sigue con sus jueguitos, ahora con el glande. De pronto introduce todo mi miembro en la boca, contorsionando su cuello para que entre hasta el fondo y la mantiene ahí por unos segundos. Luego empieza a bombear, primero lento y después rápido.

Estoy a punto de llegar, pero me contengo.

No quiero que me vea como un pendejo que tiene por primera vez una mamada y correrme.

Una de sus manos desciende entre sus piernas, corriendo su falda y las bragas.

¡Se está masturbando!

Por favor, no sé cómo hacer para no llenarle la boca...

No puedo evitar inclinarme de costado para ver cómo sus dedos juegan primero con sus labios y su clítoris, para luego meter sus dedos, hasta topar los nudillos, en su sexo.

No aguanto más.

Si sigue así, voy a inundar su boca con mi semen.

La tomo de los hombros y la invito a levantarse.

Ahora me toca a mí y parece que lo sabe. Abre las piernas para que mi cabeza entre tranquilamente entre sus piernas, y comienzo a jugar con su clítoris, pero sólo un ratito hasta meter mis dedos. Lamo y muerdo sus labios, hasta que este lo bastante húmeda para mi

¡Su sabor es tan rico!

Su vagina es un mar, del que quiero beber, y lo hago.

Ya los dos estamos excitadísimos; Yo estoy duro como una piedra y desde donde estoy puedo ver como su vagina brilla gracias a su humedad.