1.

2.7K 245 30
                                    

La familia Qian se encontraba levemente tensa ante los lloriqueos de RenJun. Mark se encontraba suspirando mientras que lo ignoraba y se iba hacia su habitación.

Kun intentaba que RenJun dejara de llorar pero realmente era difícil. El niño se había caído y le había dolido mucho. Ten trataba de tranquilizar a su pequeño mientras iba por el botiquín, el pequeño se había lastimado las rodillas.

─Ya mi amor. Deja de llorar. ─Kun acariciaba las mejillas del menor y limpiaba sus lágrimas.

─Tengo que curarte, cariño. Si no, se te infectará y te dolerá incluso más. ─Ten le habló mientras que intentaba curarlo, el pequeño pataleaba mientras lloraba.

─O-okay. ─RenJun limpió sus moquitos y sus lágrimitas, dejó de llorar por fuerza propia y se mantuvo quieto mientras que hacía muecas de dolor de vez en cuando.

Kun miraba con atención aquello. Aunque no quisiera, su niño ya estaba creciendo y cuidar de él era cada vez más fácil. Los lloriqueos por cualquier cosa ya se habían disminuido, los berrinches eran cada vez menos y aunque lo negara, le faltaba aquello.

Ten sonreía al ver que su hijo poco a poco se iba calmando e iba entiendo lo que es ser educado. Kun lo había mimado tanto que cuando el niño crecía, más maleducado y caprichoso era. Ten tuvó que quitarle todo eso, porque si no iban a haber problemas cuando estuviera en la adolescencia.

Después de curarlo completamente, tomó a su niño en sus brazos y lo llevó a su habitación. El niño todavía tenía una contextura pequeña por lo que no era difícil cargarlo.

Lo dejó en la cama y acarició sus mejillitas.

─Te portaste muy bien, RenJun. Sigue así. ─Ten sonrió mientras que miraba al pequeño.

─¿Verdad? ¡Jamás pensé que aguantaría tanto! ─RenJun expresó mientras que sus manitas se movían rápidamente, sonreía y saltaba en la cama.

─¿Vez? Ser educado no es tan malo. Ahora duerme, mañana vendrán los tíos y te queremos bien descansado, ¿sí? Portate bien mañana y descansa. ─Ten le dió un besito en la frente y se levantó de la cama.

─Pero- yo quiero jugar a la consola como Mark. ─RenJun hizó un puchero mientras que se cruzaba de brazos. ─Me porté bien hoy, debería poder jugar a la consola.

─Está bien, pero, ¿puedes moverte con la rodilla? O quieres que papá te cargue hasta la sala? ─Ten sonrió.

─¡Que papi me lleve! ─RenJun saltó mientras que subía sus manitos hacia Ten. Ten lo cargó rápidamente y lo llevó a la sala.

─Solo hasta las 11pm, ni una hora más. ─Ten recalcó mientras que miraba a su pequeño ya encendiendo la consola.

─Okay, ¿podrías hablarle a Mark? Me siento solito. ─Ten asintió y fué hasta la habitación de Mark.

─Mark, ¿podrías ir a jugar con RenJun? ─Ten lo miró y Mark suspiró mientras se levantaba de la cama.

─¿Ya dejó de llorar?

─Sí.

Mark asintió y salió de ahí con una cara de fastidio, fué hacia la sala y cambió su cara completamente para ir a jugar con RenJun.

Ten suspiró un poco y se fué hasta la cocina donde su querido esposo estaba. Kun hacia pequeñas galletas y un pastel. Lo abrazó por detrás y le dió un besito en su cabeza.

─¿Ya se durmieron? ─Kun habló mientras que moldeaba la masa de las galletitas.

─Aún no. Los dejé jugar un rato más. ─Ten lo dejó mientras que iba a tomar agua.

desde niños ; nct. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora