La universidad

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El era un joven que no tenía mucha suerte en la vida, suponiendo que la ley de atracción sacudía su existencia así sin mas. Se la pasaba atrayendo la realidad más triste con cada paso que daba. Ella por otro lado era luz entre ambos, tenía todo aquello para hacer feliz a cualquiera, solo verla te hace pensar que la vida tiene otro sentido, que sentimientos escondes en tu corazón, me dije. PERO, no puedo simplemente suponer que no lo has pasado mal, que no has sentido tristeza, que no te has equivocado en nombre del amor. Ahora estoy aquí intentando saber como miras el mundo, porque has pasado tanto tiempo lejos de conocerme, es parte de la vida alejarte de una realidad que en algún momento vas a vivir? Sin embargo, era lo que necesitaba este chico quizás la vida los unió con un propósito más fuerte, y aunque la realidad esta sujeta al hecho de que si quieres amor tendrás que pasar por el dolor.  Me arriesgo rotundamente a hacer realidad mis pensamientos, no tengo miedo de perder tengo miedo de no intentarlo.


Ropa ligera, un reloj de mano, pantalones jeans, una camisa blanca y lentes de sol. Era todo lo que me acompañaba aquel viernes. Luego de tantas miradas por el verano y muchas noches soñando a tenerte por fin de frente creía que podía ser el de siempre, aquel que solo buscaba un par de ojos fuertes que me miraran con locura. Que habría detrás de ti, qué misterios esconden esas constelaciones que se pierden en tu piel, llamadas pecas?

Parecía un sueño por fin conocerte, era tanto que no sabía si estaba viviendo mi realidad o soñaba despierto. Pero aquí estoy a unos días de a ver aquella mujer que me hace sentir que la vida que vivo no es mas que un espejismo, un espejismo creado por mis propios pensamientos. Quién diría que la universidad me haría llegar a ti, si no estuviera estudiando ¿en dónde estaría? nadie lo sabría. El destino es subjetivo y la verdad es que me encanta sentir latir mi corazón bombear sentimientos, sentimientos reales. Si en la vida hay algo más fuerte que el amor, quiero perseguirlo hasta cansarme y una vez en mis manos, vivirlo. 


Era medio día,  no paraba de vibrar el iPhone porque no suelo dejarlo en sonido. Cómo me molesta el chirrido del celular. De entre los sms tenia dos que serian importantes. Uno de Macarena dónde me decía que  iba a tener una hora libre la cual podríamos aprovechar para conversar un rato. Adjuntaba la hora a la que estaría libre, exactamente a las 10, ni más ni menos. De pronto me asuste, Tenia miedo, no a lo que estaba por hacer, sino a no hacerlo. Pensé, ¿si me pongo nervioso? ¿Si no puedo controlar mis emociones? ¿Si ella se ríe de mi? - Sonriendo- 

Deslice el iPhone, el típico código de desbloqueo de 6 caracteres, 

-Andrés- Hey hola, no te preocupes estaré ahí puntual. 

-Macarena- Salgo de Derecho Penal y te envió un mensaje, ¿dónde vas a esperarme? 

-Andrés- Si me lo indicas, puedo ir a tu salón y esperarte en la entrada. -Macarena- ¿Seguro que podrás llegar? 

-Andrés- Llegando se pregunta supongo, además debería aprovechar los segundos si solo nos veremos una hora. ¿No crees? 

-Macarena- Esta bien, ahora voy a entrar a clases pero te avisaré cuando termine. 

-Andrés- Nos vemos en unas horas -emote sonrojado-

-Macarena- Cuidate, ten buenos días!

Toque el botón home y ya marcaban las 9h50 le escribí un mensaje para decirle que ya iba a salir, justo antes de hacerlo -sonido de notificación. -Andrés- Estoy afuera de tu salón. Jaja, me sentía nerviosa pero sorprendida, era claro que no era la gran cosa, pero era la primera vez que iba a verlo. Le envié un emote de carita sorprendida pero sonrojada. -Andrés- También me siento nervioso pero ya estoy aquí y quiero verte. Le dije que estaba a punto de salir, tome un respiro profundo, eran unos cuantos segundos antes de saber como era realmente en persona. ¡Que nervios! jaja me encontraba lista pero insegura, ¿que cara debería mostrar? Nos indicaron que ya podíamos salir, tome mi mochila, relajada coloque cada cosa en su lugar y tome mi tiempo para salir... Fue entonces que faltando algunos cuantos compañeros para vaciar el salón caminaba hacia la puerta, por fin pude salir lo busque con la mirada por el pasillo, salude a unas cuantas compañeras y no lo veía, me tomo por la espalda y me tapo los ojos, pensé que iba a reaccionar defendiéndome pero sentí que debí seguirla la corriente.  

Podía percibir el aroma de su perfume, olía muy bien. Era una forma distinta a la que me imagine, verlo por primera vez. Soltó mis ojos, me di la vuelta y nos miramos. Sentí mi respiración acelerada, Él solo dijo: es un placer coincidir contigo esta mañana. Me quede petrificada jaja y nerviosa pero pude decir: ¡Hola! me pregunto si podíamos ir a sentarnos en algún lugar a lo que respondí automáticamente donde se encontraba un lugar para poder conversar sentados, el me dijo que había mirado un lugar donde quería que conversáramos. Dentro del campus caminó como si conociese mi universidad mejor que yo. Se quedó parado frente a mi, me miro y entonces en ese instante fue la primera vez que sentí la urgente necesidad de que la vida se detuviera para yo entender lo que estaba sucediendo. 

 

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