La cita

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Me sentía increíble, las razones eran obvias no estaba acostumbrado a conocer a alguien tan especial así de repente. Ignoraba las razones por las que ella no quería que nadie la viera conmigo. (Mas tarde lo entendería y me lo explicaría). Tenía su suéter iba camino a mi casa, no paramos de seguir la charla por el chat mientras viajaba estaba mirando a la venta del auto perdido en ella. Como explicar que tiene algo que la hace diferente en el universo y más aún que me hace sonar como un adolescente enamorado y perdido en el tiempo cuando puedo ver sus labios, sus ojos, su cabello.

No es deseo porque de ser así habría perdido el interés al verla en aquel bus, siento que su mirada a veces esta perdida y lo curioso es que también me hace perder a mí.

Como sea, llegue a mi casa llevaba en mis manos su suéter, era de tela muy fina, muy cómodo de hecho me combinaba con lo que traía puesto jaja dude por un momento en ponérmelo para ver que tal me quedaba, pero, en lugar de eso lo tome porque tenia un olor indescriptible, agradable, dulce y seductor era un aroma como de la vida es bella.

- Suena iPhone – Diego: Rey dónde estás, necesito que me ayudes con un tema de un banner publicitario.

- Andrés: Papá estoy en mi casa, dame un momento y te hago lo tuyo.

- Diego: Hecho pana, pero ayúdeme amigo.

Nunca comprendí porque Diego tenía esa forma peculiar de tratar, a veces como un amigo de años, luego como un desconocido sin duda tenía un problema con ello, pero no era la gran cosa. Yo solo me reía, él es un gran amigo nunca dice que no cuando necesito hacer algo, sin importar el tamaño del asunto quizás por esa razón era importante siempre ayudarnos mutuamente en todo.

Para abrir un poco más la historia la verdad era que Andrés era un joven diseñador sin título que ejercía esa profesión durante muchos años, casi convirtiéndose en un diseñador con capacidad de responder a las necesidades de su audiencia, sin embargo, estudiaba para ser enfermero y se le daba bien ambas cosas.

Me entretuve trabajando en lo que me pedía Diego, realmente le dedico tiempo a hacer mi trabajo como se debe, mientras estaba terminando recibí un mensaje de Ella, si Macarena ¿quién más? Me escribió por la noche a saludarme, tenía la formalidad de siempre escribirme sin esperar que yo lo haga. Me encantaba eso de ella, nunca pensé que había mujeres como ella todavía en el mundo, no es exageración es la realidad.

- Macarena: ¡Hola jovencito, buenas noches!

- Andrés: ¿Buenas noches, señorita cómo estás?

- Macarena: ¿Muy bien y ud?

- Andrés: Estaba pensando en que mañana pasaré por ti a la Universidad, si puedes claro

- Macarena: Mañana salgo a la 1 de la tarde, pero mi papá pasa por mí a esa hora

- Andrés: Uff que pena, hubiera sido bonito pasar a verte.

- Macarena: Puedo decirle a mi papá que me quedaré en la u haciendo un trabajo, de paso puede entregarme mi suéter *Emoji sonrojado*

- Andrés: Me parece perfecto, yo estaré allí a tiempo para poder verla un rato antes de irme a la universidad porque tengo practicas por la tarde.

- Macarena: Le estaré escribiendo por alguna novedad, pero lo más seguro es que si podamos vernos.

- Andrés: Muchas gracias bella dama *Emoji sonriendo, pero sonrojado*

Aquella noche me encontraba en mi habitación, era el momento para pensar que hacer de ahí para adelante, no podía pasarme toda la vida esperando a que algo bueno pase, porque quería que pasará algo diferente, por esa razón pensé en un lugar a dónde podría salir con ella para tener una cita, no una salida, una cita.

¿Tenía en mi mente el lugar donde quería ir con ella, porque allí? Porque sentía que con ella podía estar en cualquier lugar, aun así, perder la noción del tiempo y la vida. El problema es, ¿aceptaría escapar conmigo y hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestras vidas cotidianas?

No tenia miedo de intentarlo, tenía miedo de decírselo, si bien es cierto que era la primera vez que iba a hacer algo como ello. Pero amig@ cuando la miras a ella todo a tu alrededor se descontrola, respiración acelerada, rubor en los cachetes, mariposas por dentro? ¡Diablos! yo sentía todo eso mezclado y mucho más.

No podía entender porque tanto en una sola persona, me sentía bien, entendía que aquello no era malo de hecho y por eso siempre quería estar ahí, un poco más cerca de ella. Conociéndola, mirándola, apreciándola ser lo mío estaba muy lejos de apreciar su belleza, yo estaba clavado en su personalidad y su forma de ser, su terrible y hermosa forma de ser.

La primera vez que hablamos, le dedique una canción por la cual me recuerda, por la misma que yo la pienso y por las noches estoy siempre pendiente de ella, hablamos del mundo, de nosotros, de nada a veces de cosas sin sentido. Pero siempre tenemos algo que decir.

Al día siguiente, estaba muy nervioso no sabía como lo iba a decir, aunque siendo honestos no era nada grave, pero si alguien te gusta el simple hecho de decirle "Hola" amigo eso da mucha pena y solo lo sabrá quien haya estado enamorado realmente alguna vez.

Le escribí temprano por la mañana a saludarla, aunque no tuvo tiempo de ver mi mensaje, no lo sé de hecho. Yo solo quiero que ella sepa lo importante que es saber si algo le falta, si desayuno, si esta feliz o esta triste. Todas estas acciones son parte de conocer a alguien, por ende, yo estaba pendiente de ella, aunque sea poco el tiempo que la llevaba conociendo.

Me puse lo más bonito que pude porque aquel día iba a ser un día especial, llené mi uniforme de perfume de un perfume con olor a hombre, fuerte, pero a la vez delicado, un olor capaz de quedar impregnado en su ropa, no tenia barba o bigote, el pelo lo llevaba muy corto.

Mis zapatos blancos y mi uniforme blanco tal cual lo que tenia en mi corazón en ese momento que era puro realmente. No le di más vueltas al asunto, tomé mis lentes, mis llaves y un v220 para tener energía suficiente e hiperactivo.

- Hola, estoy aquí afuera de tu edificio en el parqueadero traigo conmigo las ganas de verte, pero también tu suéter jaja.

- Hola señor, estoy con tacones ¿cree que pueda subir a dejármelo?

- Por supuesto, dígame en que piso y en que puerta tengo que llegar

- ¿Sabe que, mejor yo bajo a verlo disculpe las molestias me puede esperar unos minutos?

- Si, por supuesto estaré aquí hasta que la vea.

- Ya estoy bajando jovencito.

Ya mi corazón estaba paseando por la facultad por la fiesta que me hacia sentir dentro de mí, era mi momento estaba de pie reconociendo el lugar y de pronto a lo lejos a unos cuantos metros pude ver que venia una flaquita bien bonita con unos labios pintados de rojo, tenia una camisa formal y una falda larga y negra. De hecho, si tenía tacones pero que bonito que era verla caminar hacia dónde estaba yo.

No le di tiempo para llegar a mí, fui hacia ella para evitarle la molestia, en eso me dio un beso en el cachete le dije algo al oído un poco bajo y fue: estas demasiado hermosa ¿siempre vienes a la universidad así? Solo sonrió y me pregunto dónde estaba su suéter, le dije que lo tenia en mi bolso pero que, quería preguntarle algo antes de dárselo.

Me dijo rápidamente que le diga así, sin más. Me tome un respiro la mire dos segundos baje la mirada, me reincorporé y la mire de nuevo con mucha empatía.

Mi pregunta para ti es, ¿escaparías conmigo un día a la playa? Antes de que respondas y que lo pienses quiero afirmar que se que no me conoces, pero prometo que será el tiempo que quieras, que llegaremos a la hora que me digas, yo me encargo de todo y tu solo tienes que decir que sí.

No respondas ahora, solo me despediré de ti y podrás pensarlo lo que quieras, cualquier respuesta voy a estar pendiente sin importar la hora a la que decidas tomar una respuesta para mí.

Me miro y me dijo que lo iba a tener muy presente, que debía considerar muchos temas de la universidad. (Sin embargo ella sabía que si quería ir) pero lo iba a hacer esperar un tiempo para medir la paciencia de su chico.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2020 ⏰

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