Lunes, 4 de abril de 2038, 20:49 PM
Una vez más, Connor revisó la receta que estaba siguiendo. Era una receta nueva para él, por eso quería asegurarse de que estaba siguiendo todos los pasos bien. Estaba tan inmerso en su labor, que un trueno le tomó por sorpresa, arrebatándole su concentración. Se volteó levemente intentando divisar al rubio a quien cuidaba.
Algo lejano, sentado cerca de una chimenea, estaba el joven Seymour. Sostenía un libro en sus manos, pero las palabras de la obra no estaban siendo leídas por el joven, pues este estaba inmerso en sí mismo, observando una de sus partes androide, su pie, específicamente. Lo movía a un lado, luego al otro, arriba, abajo, izquierda, derecha.
El comportamiento del rubio le llamó la atención al de ojos marrones, por lo que procedió a poner la mezcla en un molde y luego en un horno, para poder tener un tiempo de charla con el joven.
Dio unos cuantos pasos, hasta quedar a su lado. Seymour optó por ignorar la estancia de Connor hasta que él decida hablar.—Si siente alguna sensación inusual en su pie, puedo llevarlo al doctor, joven Seymour. – Dijo Connor con su característico tono amable y robótico al mismo tiempo.
—Tengo 23 años, Connor, puedo pedir una cita con el médico yo solo, e ir al médico yo solo. – Respondió Seymour con la misma frialdad que aquel clima de invierno. Connor se sintió levemente confundido, haciendo que su led parpadeara y posteriormente se volviera amarillo.
—Creo que no entiendo su agresividad, joven Seymour... – Ahora el androide caminó un paso, volteándose y quedando en frente del joven.
El rubio miró a su androide y soltó un suspiro, para luego permanecer unos 15 segundos en un incómodo silencio. Silencio que al androide se le hizo ciertamente eterno.
—Me abandonaron por mis partes, ¿Verdad, encanto? – Preguntó Sam, con un semblante triste y levantando su mirada para encontrarse los bellos ojos del androide.
El castaño se quedó mudo por unos instantes. Él, como tantas veces, no sabía la respuesta a esa pregunta, y, nuevamente, su led parpadeaba intentando encontrar una respuesta adecuada y convincente.
—No sé la respuesta correcta a eso... pero... no creo que lo hayan abandonado... y si lo hicieron, no debió haber sido por su condición.– Respondió Connor algo dubitativo de su respuesta, aunque intentaba no demostrarlo del todo.
Seymour se quedó callado nuevamente, pero por menos tiempo que la vez anterior que guardó silencio. Obviamente no estaba conforme con la pregunta, y Connor lo sabía, pudo notarlo en su expresivo rostro que su respuesta no había saciado la duda del joven.
Seymour estaba a punto de hablar otra vez, pero el sonido del temporizador del horno llegando a su fin lo distrajo, haciendo que llevase su mirada a la cocina.—¿Quisiera cenar ahora? He aprendido una receta nueva y la he empleado. Preparé pan de carne. – Dijo el androide con un tono amable, extendiéndole la mano al joven para ayudarlo a levantarse del sillón, como era su costumbre.
Seymour asintió a la par que tomaba la mano del androide, y se levantaba con su ayuda. Una vez de pie, observó con algo de detenimiento el rostro del androide. Mientras sostenía con una mano la mano del androide, con la otra procedió a acariciar con gentileza la mejilla de RK800. El mencionado se quedó algo extrañado ante las acciones del joven, pero decidió no preguntar, como siempre. Evitar las preguntas ante los comportamientos algo extraños del joven se había hecho una costumbre en el androide que, según él, mejoraba su rendimiento como acompañante del joven.
Aún así... nada evitaba que algunas cosas pasaran por la mente del androide.
Nuevamente, al tenerlo tan cerca, no pudo evitar apreciar la extraña belleza del rubio. Su cabello sedoso, sus ojos brillantes como esmeraldas y su piel.. su piel suave y pálida que le daba al joven un aspecto delicado y de porcelana, hacía que Connor quisiera proteger de sobremanera a Seymour, más de lo que ya lo protegía, aunque también provocaba un miedo en su interior, aquel miedo de que aquel muñeco de porcelana se rompa, y él no pueda hacer nada para remediarlo.
Inmerso en sus pensamientos y sus miedos, Connor acarició levemente la mano del joven.
Por su parte, Seymour, quien no estaba tan inmerso en sus pensamientos como Connor, prestó atención al gesto del androide. Se le hizo algo adorable, por lo que no mostró ningún signo de incomodidad. La atención que estaba recibiendo el gesto de Connor se desvaneció, ya que el rubio había puesto su atención en otra cosa, el Led del androide, el cual pasaba de amarillo a rojo y viceversa de forma algo inusual.Quizás fue un acto de pequeña maldad, o quien sabe qué, pero Seymour decidió que era suficiente tacto por hoy, así que se separó levemente del androide.
—¿Te agrada mucho tocar mis partes de androide? – Esa pregunta hizo que Connor volviese a la realidad, sintiendo como pasó de estar en un jardín de rosas a estar entre la espada y la pared. Estaba mudo, ¿Qué se suponía que debía decir? ¿Qué podría ofender al joven de ojos esmeraldas?
—Yo... – Musitó el castaño, pensando en muchas posibilidades a la vez. —Iré a... servirle la cena. – Habló el androide con un tono de voz neutral, aunque no tanto, por que se notaba como no estaba seguro de su respuesta. Una inseguridad bastante humana, según Seymour.
Sam volteó a ver al androide mientras este se alejaba. Se había quedado un poco sorprendido en cómo Connor había decidido evadir la pregunta a que contestarla, como lo haría su versión más obediente.
Las acciones de Connor hicieron que Sam comprendiera un poco mejor el impacto que sus preguntas raras tenían en el androide.
Quizás usaría esa información más adelante.
[❤️💛]
959 Palabras
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Preguntas. - Connor x Male!Reader. -
RomanceEl joven Sam Seymour no solo tenía una forma rara de pensar, si no que también tenía muchas preguntas, y lamentablemente Connor a veces tenía pocas respuestas. ------------ Esta es una historia que transcurre en el universo del juego de "Detroit Be...