-DÍA 34-

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Hola!

Lo que ha estado por mi cabeza estos días no creo que le interesen a muchos pero no tengo porque preocuparme ya que después de todo esto solo queda entre tú y yo, además el valor que le doy es importante para mi y de eso te hablaré esta jornada.

El precio o valor de las cosas, es algo muy importante en cualquier situación a decir verdad, y siempre varía depende la persona y el tipo que es, les dan un mérito nulo o alto, es algo que quisiera ver en otras personas a profundidad; en lo personal yo suelo darle mucho valor a las cosas -a veces parece que hasta más que a una persona, creo que debo aprender a moderarme-, siempre pensé en ellas como recuerdos, cosas que tal vez no volvería a ver o tener, o cosas imposibles de volver a alcanzar, como si desaparecieran de mi vida, alguna vez me paso así que desde hace mucho les doy un valor muy grande, aunque sea una cosa "insignificante" para otros, yo las aprecio y les doy un lugar en mi existencia.

La verdad esto en algunos aspectos es contraproducente y lo sé pero no lo puedo evitar, esto también se llega a juntar con mi coleccionismo -aunque la verdad no mucho, guardo más cosas sin sentido que como "colección-, tengo un lugar especial en donde poner las cosas que comienzan historias en mi, que me conmueven, con las que no importa el tiempo que hayamos "convivido" logre crear un vínculo, simplemente lo siento, como si el viento me lo estuviera repitiendo una y otra vez hasta que yo me haga consciente de lo que significa su mensaje, un trabajo de dos partes, que no lograré derrumbar, con algo que es mucho más fuerte que yo, pero que no logro reconocer, pero que me hace perder el aliento al estarlo persiguiendo en mis pensamientos, queriendo respirar una vez más, no lo sé, hasta para mí es raro.

De hecho creo que es por eso que no me apego mucho a las personas -en general, pero eso no significa que no me importen-, en algún momento sentí que me habían dejado atrás y solo mi abiótico alrededor pudo ayudarme a compaginar con los demás, para seguir con lo que había dejado a medias, y que solo aquellos objetos a los que les di un lugar me hicieron capaz de ver una segunda cara de vida y por lo tanto de mí misma, una que podría llevarme adelante y que podría mostrar a los demás, una con la que todos se confortarían, y yo terminaría creyéndomela, después de todo lo cuento por experiencia,  no tendría que dejar atrás a mi "yo" original y al mismo tiempo podría conseguir lo que no hubo por fuera de mi núcleo, todavía recuerdo el primer día que usé a mi otra cara, conocí a una persona muy amable, que más tarde sería el primero en descubrir un pedazo de aquella esencia original que mantuve escondida, y si, ese día "descubrí" a Louis, y afortunadamente se quedo a mi lado durante todo este tiempo, ese es el valor que le doy a todo, después de todo, siempre me acompañaron y no me dejaron de lado.

Eso es todo por hoy, gracias por tú tiempo y gracias por acompañarme :D.

¡No olvides nuestra cita de mañana!

                                                                                                                                                          -Milly

'El Diario de las Flores'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora