-A desayunar-grito Eleonor a su querida familia.
Era una de esas familias perfectas, con 4 hijos: Ana, Marie, Lucas y la pequeña Ellie.
Eleonor no podia estar mas complacida sus hijos eran lo que siempre soñó y su esposo Daniel era de esos hombres que saben complacer a las mujeres.
El dia parecia como cualquier otro, Eleonor bailaba de un lado a otro entre preparar el desayuno y fregar los platos, tipico de todas las mañanas.
El reloj apuntaba ya las 7:30 am y todos los niños esperaban a su madre en el auto, listos para ir a la escuela, su madre fue a dejarlos como de costumbre.
Al regresar a casa Eleonor terminaba de hacer los quehaceres del hogar y luego descansaba en aquella antigua mecedora heredada de su abuela, sentia como la suave brisa acariciaba su rostro mientras tomaba una tasa de té, pasaba mirando detenidamente ese cuarto de patio sin terminar recordando que su esposo llevaba años construyendo pero sin terminar al fin. El tiempo paso tan rápido que sin darse cuenta ya era hora de traer a los niños de la escuela, rápidamente salio de la casa al auto y fue a traerlos.
Esa noche fue como todas las demás preparaba la cena y escucho el auto de Daniel estacionarse en la cochera, minutos después sintió los brazos de su esposo rodearla por la cintura y un ramo de rosas rojas aparecer frente a ella.
-rosas rojas, mis favoritas-dijo Eleonor
-me alegra que te gusten querida-dijo Daniel mientras sentia el suave cabello de su esposa deslizarse por su cuello siguiendo la brisa que a duras penas entraba a la cocina.
Eleonor se dio la vuelta quedando cara a cara con su amado esposo, vio esos ojos cafés que a pesar de los años no habian perdido el poder de dejarla sin habla; Daniel se acercó poco a poco a sus labios recordando que nunca habia sentido labios mas suaves, se dieron un beso tan apasionado que la hizo estremecer pero, sin embargo ella en el fondo sabia que no todo estaba bien.
Terminada la cena de esa noche Eleonor ponia en agua aquellas rosas rojas que su esposo le habia traido, cuando escucho a Daniel andar a hurtadillas en el patio, sigilosamente Eleonor se acercó a la ventana y escucho hablar a su esposo por su celular:
-si deacuerdo amor mio, te veo mañana a la misma hora. Descanza.
..
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Dama de sangre
HorrorCuando despiertas un dia y sientes como el silencio inmunda tu hogar, vagos recuerdos, nada claro aún..., una madre desesperada, nada parece diferente pero ¿dónde están todos? esta es la historia de Eleonor una madre que oculta más que secretos de...