Recuerdos

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El día paso rápido para Eleonor el reloj ya marcaba las 9 pm, los niños ya dormían y ella leía un viejo libro mientras su esposo aún no regresaba del hospital donde trabajaba.

Eleonor desperto como de costumbre en medio de la noche, observó a su esposo completamente dormido; esa noche de verano hacía tanto calor que decidió salir un rato al patio a descansar en la mecedora, aquella en la que su abuela la dormia de pequeña; de pronto escucho  a los perros de los vecinos ladrar con euforia,  lo que le hizo recordar las advertencias de su abuela. "-nunca salgas cuando los perros ladran de noche porque les ladran a las almas y demonios que pasan".

Recordo lo que habia visto en la mañana y las tantas veces que su abuela la había sorprendido hablando con lo que ella llamaba almas pérdidas, sus visitas al psiquiatra al que su mamá la obligaba a ir porque pensaba que tenia alguna especie de esquizofrenia.

Eleonor nunca entendio la desaparición repentina de su madre y abuela, una mañana ya no estaban pero todas sus cosas seguían en la casa como si nunca se hubiesen ido.

-bueno dejemos los recuerdos por hoy dijo Eleonor mientras se levantaba, cuando miro al frente y  vio caer al suelo una silueta negra, luego esta se puso de pie, tenia el pie izquierdo torcido, una gran joroba que casi ocultaba su cabeza,  sus manos teminaban en filosas garras y en el suelo habia una especie de cola que salia de él.  Eleonor estaba petrificada sentía como la observaba sin lograr ver sus ojos y solo escuchaba el sonido de su corazón que palpitaba a mil por hora, sintio que algo la toco por detrás y dio un enorme gritó;  era su esposo y esta le dijo:

-¿Daniel le has visto? 

-¿ver que Eleonor?

-¡¡eso!! Y señaló el patio.

-no hay nada ahí

Eleonor se quedo muda,  ya no estaba aquella cosa que la habia paralizado, ¿era posible que sus transtornos de infancia volvieran?

-¿te encuentras bien?  Dijo Daniel interrumpiendo los pensamientos de Eleonor

-si

-¿que has visto?, Daniel sabia de los transtornos de la infancia de Eleonor y no dudaría en mandarla a un manicomio si tuviera un  nuevo episodio, de hecho, en el fondo el lo deseaba para tener mas libertad y tiempo con Amanda.

-nada,  te he tomado el pelo querido solo fue una broma. Eleonor sospechaba que Daniel siendo psiquiatra jamás creeria lo que vio asi que decidió mentir.

-no hagas esas bromas querida,  no queremos que termines en un manicomio.

-no lo haré mas querido.

Ambos caminaron hasta su habitación en silencio, Eleonor tomo sus pastillas para dormir pero estas no le dieron resultado,  su esposo ya dormía profundamente cuando Eleonor miro al techo y vio a la misma silueta prendida de sus garras, Eleonor temblaba sin poder hablar y esta criatura le dijo:

-¿me recuerdas?  Su voz era gruesa y cada palabra parecía una dosis de anestesia que le impedía moverse o incluso responderle.

-no, no, no esto no es real, no es real, duermete, duermete decía Eleonor mientras apretaba con fuerza sus párpados, cuándo logró abrir los ojos aquella criatura la tenia cara a cara,  podia sentir como el aire que salia de su nariz golpeaba sus mejillas, sus ojos se asemejaban a los de un gato pero con una profundidad inexplicable, la miraba fijamente con furia y sentia como su cuerpo presionaba su pecho haciendole cada vez más difícil respirar...luego despertó agitada.

-solo fue una pesadilla dijo Daniel tocando su hombro para tranquilizarla.

-si,  eso creo

- la verdad te lo mereces por el susto que me diste ayer por la noche.

Eleonor se quedo en shock,  si fue real, no fue un sueño o ¿hasta donde fue un sueño? ¿Que le estaba pasando?...

Dama de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora