Lo que nos cuenta la primavera
Vamos a leer una historia de amo. Y esta historia se contará en medio de los conflictos que dividieron a Chile en aquella primavera de año 1973. Sin embargo, por encima de los acontecimientos políticos que ponen en marcha el motor de la novela, el amor será el combustible que hará posible la fortaleza de lo narrado. No hay, en Réquiem para una primavera, ni un asomo de juicio ni abanderamiento. Solo hay una literatura de calidad que cuenta la historia de María Luisa y David, dos jóvenes que intentan mantener sus manos unidas a pesar de todo lo que conspira para separarlos. Si no existieran esos personajes y sus motivaciones, la historia no podría sustentarse en sí misma. Y esa es la gran característica que diferencia el panfleto de la buena literatura y ese es el gran mérito de la autora.
Gloria narra con soltura y naturalidad, como si ella misma caminar con sus personajes por calles que quedaron en el tiempo. Aparecen modas y costumbres, gritos y risas, consignas de bandos que se enfrentan y la música que hacía bailar; sabremos de la radio de los setenta y de sus programas de televisión, veremos el interior de un liceo con sus alumnos bulliciosos y asistiremos a tareas y lecciones. Pero lo más importante es que conoceremos, por boca y alma de María Luisa, lo inexplicable del amor a primera vista, ese amor que sucede todos los días, el que no pasa de moda.
Hay en el estilo de Gloria una transparencia que permite ver el alma de los personajes con sus esperanzas, miedos y ensoñaciones. Las palabras, muchas veces se acercan al umbral de la poesía y otras tantas se afilan para desgarrar, y en medio de ese fluir que nos mantiene alertas, vamos conociendo una vida.
Cuando irrumpe lo cotidiano, hay olores de pan, ruidos de máquina de coser, voces de vecinos, crujidos de hojas y de pasos; cuando se sumerge en el pensamiento adolescente, la vida joven habla en sus palabras y creemos todo porque todo lo podemos sentir. Tanto se afina la intuición de Gloria al contar, que no haremos cómplices de dos muchachos que vivirán para nosotros la ilusión de un amor que no se olvida porque marca a fuego.
Lo que cuenta la primavera de este libro se puede resumir en la frase que escribe maría Luisa en el suelo, casi al comienzo de la narración: Me agacho y con una varilla dibujo un corazón en la tierra. María Luisa y David se aman. Para siempre. Lo dejo así. Lleno de nuestros nombres. Y de nuestra certeza.
Y esa frase quedará levitando, como levitan las esperanzas para adolescentes, luego del punto final.
Ana María Güiraldes
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Réquiem para una primavera
Teen FictionHola, perdón por no subir la antigua historia;-;. Ésta si la subiré ya que estoy de vacaciones y no tendré problemas. Ojalá les guste éste tipo de "tema" o como quieran llamarle u-u. Eso, adiós.