Las palabras que salían de sus bellos labios se evaporaban en el aire mientras sus ojos llenos de amor guardaban la mirada fija en los ojos de su amado. Era un momento inolvidable. Sus pequeñas manos, heladas por la ventisca que había, estaban rojizas y él decidió calentarlas con sus grandes manos calientes que tenía guardadas en los bolsillos hace un momento. Sus ojos eran verde pasión y su corazón reflejaba esa pasión que había en los ojos, también reflejaba el amor. Se cogieron la mano y caminaron juntos hacia su nueva vida juntos.
Érase una vez una persona descrita por su amado
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Érase una vez
PoetryMicrorelatos que iré publicando con el nombre de érase una vez. No ocuparan mucho. Agradezco comentarios